La ola de calor que vive Buenos Aires, así como la tromba de agua que cayó este viernes, mantienen a miles de personas sin luz, un problema habitual cada verano por el alto consumo de energía y los desperfectos que se producen en las instalaciones eléctricas.
Solo en la capital argentina, casi 44.000 usuarios se mantenían sin suministro hoy en la tarde, la mayoría en la zona sur del Gran Buenos Aires.
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«Esto pasa todos los años y varias veces por año, en el verano cuando tratamos de humanizarnos y prender un aire acondicionado. Todos juntos prendemos un aire acondicionado y explotan las cámaras eléctricas. No es justo», explicó a Efe Claudio Durán, vecino del barrio porteño de Villa del Parque.
En esta zona del oeste de Buenos Aires, en medio de la intensa ola de calor, con una sensación térmica de en torno a 40 grados, este jueves se quemó un tablero de luz que dejó a oscuras a cientos de vecinos en el barrio.
Gonzalo Alba, propietario de una heladería y cafetería cercana al lugar del incendio, recuerda cómo empezaron a escucharse «explosiones y se llenó todo de humo». Tanto, que del vidrio hacia afuera del establecimiento no se veía nada.
«Recién ahora pude conseguir un grupo electrógeno, perdí mucha mercadería», lamentó el joven empresario, que aún recuerda cómo hace 10 años «fue peor todavía». LLegaron a estar 40 días sin luz.
«Que hagan más mantenimiento, que chequeen, que cambien cables más gruesos si es necesario», añade.
Alerta por ola calor y tormenta
Además de por altas temperaturas, el Servicio Meteorológico Nacional mantiene una alerta por tormentas fuertes con actividad eléctrica para una zona que incluye a la capital.
Carmen, una vecina de avanzada edad de Villa del Parque, que vive con Romina, su hija invidente, relató cómo decidieron dormir con los colchones tirados en el suelo para que les diera «un poco de Aire».
Cada vez que se quedan sin luz, tienen que bajar y subir las escaleras para salir y entrar a su apartamento, que está en un séptimo piso.
«Ahora estamos ya dos días sin electricidad, dos días sin gas y ahora inundados. No sé cómo vamos a llegar al súper a comprar algo para comer», agregó.
Macri y Fernández
Durante los cuatro años de gobierno del conservador Mauricio Macri en el período 2015-2019, se generó una polémica por los tarifazos impulsados por su despacho. Aumentos en los precios de servicios públicos como el gas o la electricidad, en un contexto de alta inflación y de caída del poder adquisitivo.
De forma reiterada, Macri defendió esos aumentos, que fueron resultado de la bajada de los subsidios públicos a las empresas distribuidoras. Este consideró que durante los mandatos peronistas de Néstor y Cristina Kirchner en 2003-2015, las facturas estuvieron subsidiadas y desactualizadas y provocaron una caída en la inversión energética, con la consecuente falta de calidad en las instalaciones.
El nuevo presidente, Alberto Fernández, que llegó al poder en diciembre pasado, ha dispuesto la congelación temporal de las tarifas.
«Hubo 4 años de un gobierno anterior que no invirtió lo que necesitaba invertir pero sí nos cobró las tarifas a nivel mundial. No hizo las obras correspondientes», criticó Durán, para advertir que «mucha gente» enferma sufre de forma especial los apagones. Estos necesitan activar aparatos de oxígeno u otros utensilios.
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