La madre del líder opositor ruso Alexéi Navalni visitó su tumba este sábado en Moscú, al día siguiente del funeral, en el que participaron miles de personas que se arriesgaron a ser detenidas.
Navalni, el crítico más acérrimo del presidente Vladimir Putin durante más de una década, murió a los 47 años en una colonia penitenciaria del Ártico el mes pasado, donde cumplía una condena de 19 años por cargos de «extremismo», en unas condiciones todavía por esclarecer.
Su madre, Liudmila Navalnaya, visitó su tumba, cubierta de flores y coronas, en el cementerio de Borisovo, en el sur de Moscú, a primera hora de la mañana del sábado, observaron periodistas de la AFP.
La acompañaba Alla Abrosimova, madre de la viuda de Navalni, Yulia Navalnaya.
Yulia Navalnaya, los dos hijos de la pareja y el hermano de Navalni viven todos en el extranjero y no asistieron al funeral. Esto ante el riesgo de que los detuvieran.
La viuda del opositor se comprometió a continuar la labor de su marido y responsabilizó a Putin de su muerte.
Presencia policial
Dolientes continuaron el sábado depositando flores en su tumba, bajo una presencia policial continua en el cementerio, cerca de las orillas del río Moscova.
Miles de seguidores de Navalni acudieron la víspera a las exequias del opositor para rendirle un último homenaje.
Mientras se dirigían desde una iglesia cercana al cementerio, en una larguísima fila, algunos coreaban «¡No a la guerra!» y otras consignas a favor de Navalni, como tildar a Putin de «asesino» y pedir la liberación de los presos políticos.
La policía rusa detuvo el viernes al menos a 128 personas que asistieron a homenajes a Navalni en 19 ciudades. Esto, según la oenegé de derechos humanos OVD-Info.
Las escenas de miles de personas marchando en apoyo al opositor no se habían visto en Rusia desde el inicio de la operación militar en febrero de 2022. Los manifestante exigían el fin de la ofensiva rusa en Ucrania y arremetiendo contra el Kremlin
El Kremlin reprime duramente la disidencia. También utiliza estrictas leyes para perseguir a cientos de personas que se han manifestado públicamente en contra de la campaña.