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La jefa del Ejecutivo de Hong Kong entona el mea culpa pero sin concesiones

por Avatar AFP

La abrumadora derrota de los candidatos pro Pekín en las elecciones locales en Hong Kong refleja el descontento de la población. Así lo reconoció la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, aunque sin hacer concesiones para resolver la crisis política que atraviesa la antigua colonia británica desde hace más de cinco meses.

En China, los medios de comunicación ignoraron la victoria de la oposición prodemocracia y prefirieron desacreditar las condiciones en las que se celebraron las elecciones.

La líder de Hong Kong, que pretende desviar la ira de los manifestantes, se ha comprometido a mejorar la gobernanza del Ejecutivo.

Admitió que las elecciones mostraron la preocupación por las deficiencias del gobierno. En especial el descontento con el tiempo necesario para lidiar con la inestabilidad actual y, por supuesto, para poner fin a la violencia.

Los candidatos prodemocracia ganaron el domingo 388 de los 452 escaños del consejo de distrito en las elecciones locales, un desaire para Lam y para las autoridades chinas.

Los manifestantes responsabilizan a la jefa del Ejecutivo de la crisis política sin precedentes que atraviesa la ex colonia británica desde su devolución a China en 1997.

La radicalización de los manifestantes y la creciente violencia de sus iniciativas no han impedido que los votantes castigaran a Lam, quien creía que una mayoría silenciosa aprobaba su gestión.

Tras conocerse los resultados electorales, los manifestantes instaron a Lam a satisfacer sus cinco demandas, incluida la instauración del sufragio universal y una investigación sobre presuntos actos violentos por parte de la policía.

«Ni reflexión ni respuesta»

Lam prefirió eludir las demandas, denunció la violencia de los manifestantes y reiteró su oferta de diálogo entre todas las partes. Una propuesta rechazada por los opositores, que consideran que llega demasiado tarde y es insuficiente.

«Lo que necesitamos ahora es un diálogo comunitario (abierto) e invitar a líderes sociales a que nos ayuden a analizar las causas de los disturbios y de los problemas sociales profundamente arraigados en Hong Kong y a encontrar soluciones», dijo Lam.

El apoyo de la población al movimiento a favor de la democracia apaciguó, al parecer, a Lam y al gobierno chino que insistían en que solo una franja violenta y radical de la población participaba en las manifestaciones.

Las declaraciones de la jefa del Ejecutivo reflejan que no hay reflexión, ni respuesta ni resolución sobre la crisis actual.  Así lo dijo Lam Cheuk-ting, diputado y dirigente del Partido Demócrata, el principal partido de oposición.

«La votación despertó al campo proestablishment. Pero Lam prefiere quedarse dormida, como en un estado de coma profundo», dijo Lam Cheuk-ting.

Los medios de prensa estatales chinos, que pusieron en duda la legitimidad del escrutinio, prefirieron destacar las violencias durante la campaña electoral.

Los disturbios perturbaron gravemente el proceso electoral, afirmó el Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista en el poder, que no informó sobre el resultado de las elecciones.

El diario en inglés China Daily afirmó en un editorial que loscomicios habían sido falseados por las maniobras de intimidación y los golpes bajos.

La derrota reforzó las especulaciones sobre una eventual renuncia de Lam, pero el gobierno central aseguró el lunes que seguía apoyándola resueltamente.

En respuesta a una pregunta, Lam dijo que no recibió ningún mensaje de Pekín pidiéndole que asumiera el fracaso electoral.

Protestas

Lam reiteró varias veces el llamado a que se rindan dirigido a los manifestantes atrincherados desde hace una semana en la Universidad Politécnica de Hong Kong.

Las protestas comenzaron en junio contra un proyecto de ley que autorizaba la extradición a China continental de ciudadanos de Hong Kong. El texto fue abandonado en septiembre, pero aun así las reivindicaciones han aumentado.

La elección de 452 concejales de distrito, que se ocupan de temas como la basura y los itinerarios de los autobuses, suele generar poco interés. Pero el domingo estos comicios tomaron un significado diferente debido al movimiento de protesta. La participación superó 71%, todo un récord.

La elección de los concejales de distrito se rige por el sistema de votación que, en Hong Kong, se acerca más a la representación directa.

Esta elección no solo es simbólica, ya que seis escaños del Parlamento de Hong Kong, que se renovará el próximo año, se disputarán entre candidatos de los consejos de distrito.

Y estos consejos enviarán a 117 de sus miembros al colegio electoral de 1.200 personas, controlado por Pekín, encargado de designar al jefe del Ejecutivo.