El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, rescató este sábado una vieja idea del presidente Hugo Chávez para impulsar la integración de Latinoamérica al margen de la Organización de Estados Americanos, OEA.
El presidente mexicano abraza, de esta forma, algunas de las principales causas del izquierdismo latinoamericano a riesgo de enfrentarse con el gobierno de Estados Unidos.
Con la presencia destacada de los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Venezuela, Nicolás Maduro, López Obrador pretende ocupar el vacío de liderazgo en la región, en un momento en que Brasil, con su presidente Jair Bolsonaro, apenas presta atención a los asuntos internacionales.
En apenas unas semanas López Obrador ha pasado de un total desinterés por la política exterior a entusiasmarse con la defensa de la revolución cubana, criticar a la OEA y convertirse en facilitador del diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana.
Ello contrasta además con el hecho de que hace solo un año, en julio de 2020, López Obrador mostró todo su apoyo en la Casa Blanca al entonces presidente de EE UU, Donald Trump, en su primer y único viaje al extranjero.
«Estoy aquí para decirle a la gente de Estados Unidos que su presidente nos ha tratado con amabilidad y respeto», afirmó López Obrador en la Casa Blanca olvidando los insultos de Trump hacia los mexicanos al acusarles de violadores y criminales.
La actitud de máximo respeto con Trump ha cambiado con la Administración del presidente Joe Biden al criticar, por ejemplo, el embargo de EE UU a Cuba.
También, las criticas a la OEA han sido reiteradas y justamente en la cumbre de este sábado de la Celac propuso que este organismo casi olvidado renazca de sus cenizas para sustituir a la OEA y limitar la influencia de Estados Unidos en el continente.
La Celac es un organismo creado en 2011, impulsado por Hugo Chávez, que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe, sin incluir a Estados Unidos y Canadá.
En febrero de 2010, se celebró la Cumbre de Unidad en la Riviera Maya y en diciembre de 2011 se formalizó en Caracas la cumbre fundacional de la Celac, tal como recordó este sábado Maduro.
En 2020, la administración de Bolsonaro se retiró temporalmente y durante una década el organismo apenas ha tenido protagonismo hasta que el Gobierno mexicano lo rescató.
Defensa a la revolución cubana
El protagonismo dado al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el desfile militar del bicentenario de la independencia de México del pasado jueves es considerado en México como un hecho sin precedentes.
Mientras Díaz-Canel se explayaba contra el embargo y Estados Unidos, López Obrador defendió la revolución cubana sin ninguna mención a la violación de los derechos humanos o que no haya habido elecciones libres y democráticas en seis décadas.
«Si esta perversa estrategia lograse tener éxito -algo que no parece probable por la dignidad a que nos hemos referido-, se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco. En una mancha de esas que no se borran ni con toda el agua de los océanos», dijo el mandatario mexicano en relación a la política de EE UU hacia Cuba.
«Podemos estar de acuerdo o no con la revolución cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento es una indiscutible hazaña histórica», dijo López Obrador.
Mientras Díaz-Canel escuchaba a López Obrador como invitado de honor en primera fila, el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, permanencia en última fila en una tribuna de invitados al desfile.
Integración a la europea
Para sustituir a la OEA, el presidente mexicano propone la necesidad de «construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la comunidad económica que dio origen a la actual Unión Europea».
Agregó que este ideal sería posible si se llega a acuerdos sobre tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
El respaldo a la Celac, frente al papel de la OEA, estuvo reflejado en la importancia de la presencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y de los mensajes por video de apoyo remitidos por el presidente de China, Xi Jinping, y del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
En un momento de pugna internacional entre Estados Unidos y China, el presidente chino destacó en su mensaje a la Celac que es un hito el papel de esta organización «en el proceso de integración regional».
Xi reiteró su ofrecimiento de ayuda a Latinoamérica para la recuperación económica de la región por los efectos de la pandemia cuando desde EE UU se ve con suspicacia la creciente influencia china en la región.