La India se mantiene como el epicentro global de la pandemia y no logra doblegar la curva de contagios y fallecidos, después de registrar este domingo más de 400.000 casos de coronavirus por cuarto día consecutivo y notificar por segunda jornada más de 4.000 muertes diarias en medio del colapso sanitario.
El número de infecciones en las últimas 24 horas ascendió a 403.738, unos 2.600 casos más que ayer, lo que eleva el total de contagios desde el inicio de la pandemia en el país hasta los 22,2 millones, según informó el Ministerio de Salud indio.
Además, el número de fallecidos cruzó por segundo día consecutivo la barrera de los 4.000, al registrar 4.092 muertes en la última jornada, 95 menos que el sábado, lo que sitúa el total en 242.362, un cómputo global solo superado por Estados Unidos y Brasil.
La India se mantiene como el segundo país con más casos por detrás de Estados Unidos, con 32,6 millones, aunque se ha convertido en el epicentro de la pandemia con el mayor aumento de casos diarios por una segunda ola que lleva más de un mes golpeando al país.
El pasado 9 de abril sumaba algo más de 130.000 casos diarios y, hace dos meses, 15.400, después de haber visto el 9 de febrero cómo rebajaba los 10.000 diarios, en un país lleno de optimismo que creía que lo peor de la pandemia había pasado ya.
Entonces se vio a una población relajada que comenzaba a abarrotar los mercados y los salones de boda sin distancia social o mascarilla, escenas que alcanzaron su máximo exponente con la celebración de grandes mítines políticos o el festival religioso de la Kumbh Mela, con millones de asistentes.
«Esto no es religión. Ninguna religión enseña a los creyentes a poner en peligro la vida de millones. Mira esta imagen. Reconozca esto por lo que es: esto es un cínico asesinato en masa», aseguraba hoy en Twitter el reconocido activista Harsh Mander junto a una foto de la Kumbh Mela que mostraba un baño multitudinario en el Ganges.
Tasa de positividad
El número de casos activos se sitúa en 3,7 millones y la tasa de positividad en 22,7%, un signo que muestra la gravedad de la pandemia en la India, cuando hace tan solo un mes era de 10,3%.
La Organización Mundial de la Salud considera que la pandemia está bajo control en un país si la tasa de positividad está por debajo del umbral de 5%.
En Nueva Delhi, una de las regiones indias más afectadas por la pandemia, con 332 muertes y más de 17.000 casos diarios en una población de 20 millones de habitantes, su jefe de gobierno, Arvind Kejriwal, celebró hoy que su tasa de positividad había bajado de 35% a mediados de abril a 23% en la actualidad, si bien se mantiene el confinamiento por cuarta semana consecutiva.
Para rebajar esta tasa es fundamental aumentar el número de test pero los laboratorios se encuentran colapsados, con largas esperas para poder hacerse una prueba cuyo resultados pueden retrasarse días, lo que impide controlar la enfermedad e identificar con rapidez a los contagiados y aislarlos.
En la última jornada se realizaron 1,8 millones de test y el número diario no ha aumentado significativamente respecto al pasado octubre, cuando se realizaban 1,1 millones de pruebas por jornada en un país que registraba unos 70.000 casos diarios.
35 millones de vacunados por completo
Ante esta situación en la India, en el que se viven dramáticas escenas diarias en las que los hospitales se encuentran sobrepasados y no pueden dar acceso a más pacientes por falta de camas o de oxígeno médico, la campaña de vacunación se ve como la única salida.
Así se administraron algo más de dos millones de dosis en la última jornada, elevando el total desde el inicio de la campaña en enero hasta casi los 170 millones de dosis.
Sin embargo, solo 35,3 millones de los 1.350 millones de habitantes de la India han sido inoculados por completo con una de las fórmulas aprobadas en el país, Covishield de AstraZeneca, que fabrica el Instituto Serum de la India, o Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech, a lo que se suma la importada Sputnik V rusa.