La humanidad está a «un error de cálculo de la aniquilación nuclear», advirtió este lunes el secretario general de la ONU, al estimar que este riesgo «no se veía desde el apogeo de la Guerra Fría».
«Hemos tenido una suerte extraordinaria hasta ahora. Pero la suerte no es una estrategia ni un escudo para impedir que las tensiones geopolíticas degeneren en conflicto nuclear», dijo António Guterres en la apertura de la conferencia de los 191 países firmantes del Acuerdo de No proliferación Nuclear (TNP).
«Hoy, la humanidad está a un malentendido, a un error de cálculo de la aniquilación nuclear», advirtió, al instar al mundo a «que se deshaga de sus armas nucleares».
Tras haber sido aplazada en varias ocasiones desde 2020 debido a la pandemia de covid-19, la 10ª conferencia de examen del TNP, tratado internacional que entró en vigor en 1970 para impedir la propagación de las armas nucleares, se realiza hasta el 26 de agosto en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
La reunión es una «oportunidad para reforzar este tratado y adecuarlo al mundo de hoy», declaró Guterres, que espera que vuelva a reiterar que no se recurra al uso del arma nuclear pero también adopte «nuevos compromisos» para reducir el arsenal.
«Eliminar las armas nucleares es la única garantía de que nunca se utilizarán», recordó, antes de precisar que en unos días visitará Hiroshima con motivo del aniversario del bombardeo nuclear.
«Cerca de 13.000 armas nucleares están almacenadas en arsenales del mundo. En un momento en que los riesgos de proliferación aumentan y las salvaguardas para prevenir esta escalada se debilitan», recordó antes de evocar las «crisis» de Medio Oriente, en la península de Corea y la invasión rusa de Ucrania.
En enero, los cinco miembros del Consejo de Seguridad -Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña, que son también potencias nucleares-, se comprometieron a «prevenir de la consecución de la diseminación» nuclear, antes de un nuevo informe de la conferencia en examen.
Durante la última conferencia de examen de 2015, las partes no lograron ponerse de acuerdo sobre las cuestiones de fondo.