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La guerra arrecia en Sudán sin avances en negociaciones de tregua

por Avatar AFP

Nuevos bombardeos estremecieron este lunes Sudán, sin señales de avances en la negociación en curso en Arabia Saudita para un alto el fuego, con ambos bandos convencidos de que pueden «ganar la contienda».

Sudán se encuentra sumido en el caos desde el 15 de abril, cuando estallaron enfrentamientos entre el Ejército del general Abdel Fatah al Burhan y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) del general rival Mohamed Hamdan Daglo.

Los combates han causado de momento 750 muertos, unos 5.000 heridos y más de 335.000 desplazados. Millones de habitantes sobreviven encerrados en sus casas por miedo a las balas perdidas, sin agua ni electricidad en muchos casos y con escasas reservas de comida y de dinero.

Los generales rivales enviaron representantes a la ciudad saudita de Yeda para entablar conversaciones sobre una tregua humanitaria, un esfuerzo respaldado por Estados Unidos, pero sin resultados hasta ahora.

Las conversaciones no han registrado «ningún avance importante», dijo este lunes a AFP un alto diplomático saudita, que habló bajo condición de anonimato.

«El tema de un cese el fuego permanente no está sobre la mesa. Cada uno de los bandos cree que es capaz de ganar la contienda», agregó.

En Jartum, la capital sudanesa de 5 millones de habitantes, testigos, aterrorizados, informaron de nuevos combates, que entran ya en su cuarta semana.

Un habitante dijo que podía oír «el estruendo de los ataques aéreos que parecían provenir de cerca de un mercado en el centro de Jartum».

“Peligro por doquier”

Los combates han provocado un éxodo masivo de extranjeros y sudaneses, tanto por aire, mar y tierra a Egipto, Chad, Sudán del Sur y otros países vecinos.

«Hay peligro por doquier», dijo Rawaa Hamad, que escapó de Puerto Sudán (noreste) en un vuelo de evacuación a Qatar el lunes, en el que viajaban 71 personas.

En Sudán, dijo, «no hay seguridad ahora, por desgracia», y su gente sufre «la falta de todo: falta de agua, falta de combustible, falta de medicinas, falta incluso de hospitales y médicos».

El responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, llegó a Yeda el sábado con el propósito de reunirse con los representantes de ambos bandos, pero su rol en el proceso no está claro.

Un funcionario de la ONU dijo el lunes que Griffiths «pidió unirse a las negociaciones», pero que su solicitud todavía no ha sido aprobada.

Estados Unidos y Arabia Saudita describieron esta discusión como unas «conversaciones previas a una negociación».

Ayuda humanitaria

El objetivo es lograr un «cese que sea efectivo en el corto plazo», allanar el envío de ayuda humanitaria, restablecer los servicios esenciales y fijar un «calendario más amplio de negociaciones» para poner fin al conflicto de forma permanente, dijo el lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita.

Ambos bandos comenzaron a «discutir las medidas de seguridad que hay que implementar para facilitar la urgente llegada de ayuda humanitaria y restaurar los servicios esenciales», agregó la Cancillería saudita.

Un gran avance sería conseguir el establecimiento de corredores humanitarios que permitieran la llegada de ayuda desde Puerto Sudán, en la costa del mar Rojo, hasta Jartum y la región de Darfur, fronteriza con Chad, también asolada por los combates.

Desde mediados de abril se han declarado múltiples treguas que se han incumplido sistemáticamente.

Antes de entrar en conflicto abierto, los generales Al Burhan y Daglo llevaron a cabo juntos un golpe de Estado para expulsar a los civiles de poder en octubre de 2021.

Dos años antes, bajo la presión de una gran movilización popular, el Ejército había derrocado al dictador Omar al Bashir, en el poder desde hacía tres décadas.

Pero las esperanzas de una transición a la democracia se malograron con el golpe de 2021, y las negociaciones bajo mediación internacional para integrar a los paramilitares de las FAR en el Ejército no hicieron sino exacerbar la tensión entre los dos generales rivales.

Así, el 15 de abril, cuando debían reunirse para seguir negociando, prefirieron recurrir a las armas.