La órbita de la propaganda prorrusa mantiene un calculado y ambiguo silencio después de una nueva oleada de destituciones en el organigrama militar ruso.
El nombre más sonado entre todos los que han caído en la nueva purga es la del coronel general Rustam Muradov, comandante de las fuerzas del este de Rusia.
La destitución del coronel general Muradov está directamente relacionada con el fracaso de la anunciada gran ofensiva rusa de invierno en el este de Ucrania.
Muradov supervisó «una serie de operaciones ofensivas desastrosas dirigidas por elementos del Distrito Militar del Este de Rusia en el oeste de la región de Donetsk durante los últimos cinco meses», señaló en su último informe el Institute for the Study of War (ISW).
Los altavoces habituales de la propaganda militarista rusa del ámbito del Kremlin, conocidos como milbloggers, modularon su reacción a la noticia de la destitución entre el absoluto silencio y la respuesta cínica.
Algunos milbloggers aseguran que Muradov se ha tomado unas «vacaciones», un eufemismo para no decir que ha sido apartado del cargo.
Otros blogueros militaristas apuntan a que la salida de Muradov es una buena noticia, pero que más importante es la persona que asumirá ahora sus funciones.
Al coronel general Muradov se le responsabiliza de dos de las mayores catástrofes rusas en el campo de batalla: el asalto a Pavlivka en octubre y noviembre de 2022 y los sucesivos intentos fallidos de conquistar Vuhledar.
Ambos asaltos se saldaron con miles de muertos entre las filas rusas, pérdidas de material insoportables y un desgaste irreversible de las fuerzas rusa.
Según el ISW, a partir de investigaciones periodísticas realizadas por el medio ruso independiente Vazhnye Istorii, con fuentes cercanas al Estado Mayor ruso, el alto mando militar acusó a Muradov de inepto.
Esa ineptitud habría sido la responsable de catastróficos errores en el campo de batalla y de enormes pérdidas en el frente de Donetsk, con la destrucción práctica del batallón de voluntarios Alga de Tatarstán.
Además de Muradov, otro comandante ruso que se encuentra en la picota es el coronel general Yevgeny Nikiforov, comandante del Distrito Militar Occidental y responsable de las operaciones en el frente de Kupyansk-Svatove-Kreminna, donde Rusia también ha sufrido enromes bajas.
Otros dos comandantes en la cuerda floja que podrían ser los próximos en caer son el comandante del Distrito Militar Central, teniente general Andrey Mordvichev, y el comandante del Distrito Militar del Suro, coronel general Sergey Kuzovlev.
Quien parece que de momento sigue siendo intocable es el general Sergey Surovikin, que durante un tiempo asumió el mando conjunto de las operaciones rusas en Ucrania hasta que fue sustituido por el general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor ruso.
A pesar de ser el responsable de la retirada de la orilla izquierda del río Dniéper y de la ciudad de Jersón, el conocido como «general Armagedón» por su crueldad y el empleo indiscriminado de bombardeos contra civiles, sigue contando con la confianza del alto mando ruso.