En un despliegue atípico y exprés, la fugitiva exsenadora Aida Merlano fue deportada a Colombia este viernes, 10 de marzo.
Aunque la cartera de Justicia radicó su solicitud de extradición el primero de marzo pasado, y el ministro Néstor Osuna estimaba que el trámite iba a llevar incluso meses, el gobierno venezolano resolvió deportarla tras la gestión del embajador de Colombia en ese país, el exsenador Armando Benedetti.
“Una gestión diplomática ha conducido a este resultado. Se le respetarán todas sus garantías procesales, su vida y dignidad”. Así lo explicó el ministro Osuna.
Fuentes del alto gobierno le aseguraron a El Tiempo que la labor diplomática de la que habla Osuna fue uno de los puntos que el embajador Benedetti tocó en su reunión a puerta cerrada con el presidente Gustavo Petro, el jueves pasado en Casa de Nariño.
Aunque el ahora diplomático solo reveló que en la charla con el mandatario se habló de los temas de orden público que golpean al país y del escándalo que hoy envuelve a Nicolás Petro, el hijo mayor del Presidente, la propia Merlano ya había señalado que acudió a Benedetti para volver a Colombia lo más pronto posible.
En vuelo chárter
Y aunque este tipo de deportaciones se suelen efectuar en vuelos comerciales, con vigilancia en cabina, El Tiempo reveló que Merlano fue enviada en un jet privado que aparece a nombre de la estatal petrolera venezolana Pdvsa.
Si bien a medios se les dijo desde muy temprano que un avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) iría por ella (en un operativo sin precedentes), el gobierno de Nicolás Maduro la envió en el avión Bombardier Learjet 45 de matrícula YV2716. Se trata del mismo aparato que aparece sancionado por el gobierno de Estados Unidos, en 2020, por movimientos ilegales.
La nariz del aparato se alcanzaba a ver en las fotos que Migración Colombia divulgó a la llegada de Merlano a un hangar privado.
El Tiempo estableció que se trata de las instalaciones de la empresa Helistar, que recibió cerca de 15.000 dólares del gobierno venezolano por la operación.
Merlano vs. Char
El medio colombiano confirmó que, además de los dos custodios que acompañaron a la deportada, en el lujoso Learjet ejecutivo venían dos venezolanos más: Pedro Pabón y Yuny Diamond, pilotos de confianza del régimen de Nicolás Maduro.
“La señora Merlano llegó indocumentada y sin esposas. Se le tomaron las huellas decadactilares para enviarlas a la Registraduría”, le dijo a El Tiempo un oficial de la Policía que acompañó a la directora de la Dijín, la coronel Olga Salazar, a recibir a la fugitiva.
Salazar le dio un apretón de manos, con una sonrisa.
A Merlano, quien burló a la guardia del Inpec y se fugó el primero de octubre de 2018, le pusieron un chaleco antibalas y un par de esposas.
Antes, sin embargo, se le permitió dar una breve rueda de prensa en la que trazó sus planes tras su aterrizaje en Bogotá.
“Tengo como prioridad hacerles frente a todos los procesos que cursan en mi contra y darle la cara a la justicia para responder por los delitos que cometí y para defenderme de todos los delitos que me imputaron injustamente y de los que yo me declaro inocente”, advirtió.
Y, sin entregar nombres, agregó que va a seguir dando la batalla hasta demostrar la inocencia en los montajes de los que –dice– fue víctima por parte de “un clan político mafioso de la costa Caribe”.
La excongresista no solo es testigo de cargo contra su expareja, el poderoso empresario Julio Gerlein, a quien señala de hacer parte del entramado corrupto para comprar votos.
También dice que tiene cómo probar que miembros de la llamada casa Char son parte de esa red, de la que ella se benefició. Esa trama se complejiza por la relación que sostuvo con Álex Char. No obstante, pero es claro que tendrá que sustentar ante la justicia esos señalamientos.
En el juicio que se sigue contra Julio Gerlein, la exsenadora aseguró que Arturo Char junto con su padre, Faud, y su hermano Alex, orquestaron un entramado electoral para comprar votos. Y que esa estrategia permitió asegurar su curul y la de Arturo Char (en Senado) y la de Lilibeth Llinás (en Cámara).
Según el relato de Merlano, la casa Char habría inyectado solo a su campaña de 2018 más de 600 millones de pesos. Tras su denuncia, la Corte Suprema le abrió investigación a Arturo Char, quien renunció a su curul para defenderse.
La respuesta de Fuad
Minutos antes de que el jet venezolano aterrizara, el poderoso político y empresario Fuad Char se refirió al regreso de Aida Merlano.
“Llevamos dos o tres años con este rollo de los cuentos de esta señora, de sus mentiras. Este es un argumento de los enemigos políticos nuestros para utilizarla contra las campañas nuestras, contra la campaña de Álex (Char) a la alcaldía y de los diferentes departamentos del país”, dijo la cabeza de la llamada casa Char.
Su seguridad
De hecho, calificó a Merlano como un instrumento político: “Mi hijo Arturo tiene un proceso por unas declaraciones de ella. No tenemos ninguna prueba presentada que pueda preocuparnos judicialmente, pero lo estaremos atendiendo y estaremos atentos a la traída de ella, que, me imagino, es un instrumento político para seguirnos molestando”.
Al respecto, Merlano ha dicho que había hecho cosas que, según ella, ayudaron a elegir al presidente Petro.
Tras una sesión de fotos y antes de ser trasladada a la Dijín, Merlano le pidió al presidente Petro que se garantizaran la seguridad e integridad de ella y de todos los miembros de su familia.
Según afirmó, vienen siendo víctimas de amenazas, de atentados y de intentos de secuestros que ya han sido denunciados sin que, según ella, la Fiscalía actúe.
“Temo por mi vida, temo que logren su cometido, como cuando intentaron asesinarme en una finca luego de ser violada. Logré salir sana y salva y me resguardé en el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Y exijo que comiencen las investigaciones y las imputaciones de los delitos que he denunciado”, puntualizó.
Sin embargo, no habló de los intentos que su defensa adelanta para recuperar su fortuna, cercana a los 13.000 millones de pesos.
Por su parte, el penalista Miguel Ángel del Río, abogado de Merlano, señaló que su clienta tiene consigo evidencia probatoria demoledora contra los políticos que ha mencionado.
“No estamos absolviendo a Aida Merlano, lo que queremos es que se cierre el círculo. Está condenada por concierto para delinquir, ¿dónde están los demás? Esto incluye a Arturo Char y a Julio Gerlein”, manifestó el penalista.
Por su parte, la directora de la Dijín anunció que la deportada sería puesta a disposición del juzgado 18 de ejecución de penas para que designe su lugar de reclusión.
Ante ese despacho, el Ministerio de Justicia radicó la solicitud de extradición hace tan solo una semana.
Aunque inicialmente se dijo que iba ser trasladada a la cárcel de mujeres de Picaleña (Tolima), su defensa insiste en que Bogotá es la única ciudad en la que estará segura. La noche de este viernes Merlano fue ubicada en la cárcel El Buen Pastor, de la capital del país.
Maduro no ha hecho comentarios del operativo desplegado para deportarla.
Los pendientes de Merlano
Aida Merlano deberá comparecer en los procesos que se le siguen por fuga de presos y cumplir las dos condenas vigentes que le impuso la Corte Suprema. Una es por violación de topes de gastos en campañas electorales, y otra por compra de votos.
También tendrá que declarar dentro del proceso que le sigue la Corte Suprema a Arturo Char por corrupción electoral y concierto para delinquir por, supuestamente, haber participado en una estrategia ilegal de compra de votos para favorecer a Merlano y a Lilibeth Llinás en las elecciones de 2018.
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