La Corte Suprema de Estados Unidos se mostró inclinada este martes a rechazar los pedidos para restringir el acceso a una píldora abortiva ampliamente utilizada en el país, en un caso sensato que reaviva el debate en pleno año electoral.
Grupos conservadores están intentando impedir el acceso a la mifepristona, fármaco utilizado en los abortos inducidos médicamente, que corresponde a casi dos tercios de los procedimientos.
Decenas de manifestantes pro y anti aborto se congregaron fuera de la corte en Washington este martes mientras los nueve jueces empezaban a escuchar los argumentos, en el caso más relevante sobre el aborto que llega a la corte en dos años.
A pesar de que seis de los nueve jueces son de línea conservadora, la mayoría de la corte se mostró reticente a limitar el uso del medicamento.
Médicos y organizaciones antiaborto quieren restringir el acceso al fármaco argumentando que no es seguro y que hay médicos que se están viendo obligados a actuar contra su conciencia al tratar pacientes que sufren complicaciones tras usar la mifepristona.
«Son situaciones que ponen en peligro la vida, en las que la opción de un médico es retirarse e intentar encontrar a alguien más, o atender a la mujer que está teniendo una hemorragia», dijo Erin Hawley, abogada de la Alliance Defending Freedom, que representa a los grupos antiaborto.
La mifepristona
La consejera jurídica de la administración de Joe Biden, Elizabeth Prelogar, rebatió afirmando que esas son situaciones «remotas», y que los antiaborto no son capaces de «identificar un médico específico que enfrente un daño inminente».
«Han dicho que temen que haya un médico en una sala de emergencias en algún lugar, algún día, al que pueda llegarle una mujer con una complicación sumamente rara, y que ese doctor pueda tener que atenderla», dijo Prelogar.
La mifepristona está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) desde el 2000.
En 2016, el regulador sanitario autorizó su prescripción hasta la décima semana de embarazo (antes era hasta la séptima) y durante la pandemia de covid habilitó que las pastillas fueran recetadas mediante consultas en línea y enviadas por correo.
Pero a pedido de grupos antiaborto, un tribunal de apelaciones revirtió esos cambios el año pasado.
El gobierno del demócrata Joe Biden y el fabricante de la mifepristona, el laboratorio Danco, apelaron el fallo ante la corte suprema, cuya decisión se espera para fines de junio.
Entonces faltarán cuatro meses para las elecciones presidenciales en las que se espera que el aborto sea un asunto central.
Procesos de la FDA, «patrón oro»
La jueza progresista Ketanji Brown Jackson dijo estar preocupada por lo que considera un «desequilibrio significativo en este caso, entre el daño que se alega y el remedio que se quiere aplicar».
«Lo que (los médicos antiaborto) están pidiendo es que para evitar que ellos tal vez en algún momento deban practicar este tipo de procedimientos, todo el resto de la población se ve impedida de acceder a esta medicación», afirmó Jackson.
El juez Neil Gorsuch, de línea conservadora, expresó preocupaciones similares.
«Este caso me parece un excelente ejemplo de cuando algo que podría ser una pequeña demanda, se transforma en una asamblea legislativa de alcance nacional sobre una decisión de la FDA o cualquier otra acción del gobierno federal», dijo Gorsuch
Jessica Ellsworth, abogada del laboratorio Danco, expresó «preocupaciones importantes» ante el riesgo de que los tribunales sustituyan las decisiones científicas de los expertos y de los «procesos de revisión de la FDA, que son patrón oro».
Sólo dos jueces -los conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito- se mostraron afines a los argumentos de los grupos que quieren restringir la mifepristona.
Uso de píldora abortiva registra un aumento
«¿Creen que la FDA es infalible?», le preguntó Alito a la abogada Ellsworth en cierto momento.
La batalla legal más reciente en torno a los derechos reproductivos ocurre en momentos en que el uso de las píldoras abortivas registra un aumento.
Las interrupciones de embarazo con medicamentos representaron 63% de los abortos practicados en el país el año pasado, frente a 53% en 2020, según datos del Instituto Guttmacher.
En 2022, la corte suprema anuló el fallo Roe v. Wade (1973) que garantizaba el derecho al aborto, y dio a cada estado la libertad de legislar al respecto.
Desde entonces unos veinte estados han prohibido o restringido este derecho.
Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan que siga habiendo acceso a abortos seguros.