El pasado 15 de enero, un venezolano identificado como Jesús Aranda Villegas, confesó que era el autor de un doble asesinato ocurrido en un taller de mecánica en la avenida Canta Callao, en el distrito de San Martín de Porres, Perú.
Tras ser detenido por los agentes de la División de Investigación Criminal, el hombre aseguró que el problema comenzó cuando orinó al lado del taller de planchado y pintura de autos en el que trabajaban las víctimas.
Al percatarse de la situación, uno de los hombres se acercó a reclamarle, y se generó una discusión entre ambos. Segundos después, aparecieron más compañeros del mecánico.
Ante la situación, el venezolano decidió retirarse al verse superado en número. Sin embargo, amenazó con regresar para tomar venganza.
«Yo me cuadro y me agarra. Nos estamos dando golpes los dos y de repente, llegan otros porque me vieron con una piedra en la mano. Me la quitaron y me empezaron a dar. Fue allí que yo me puse así (se cubre con las manos), en el piso me pateaban», narró a la Policía.
Aseguró que en un momento de rabia, fue hasta la habitación que alquilaba, ubicada a pocos metros del taller de mecánica, y sacó una pistola que compró apenas llegó a Perú, hacía siete meses.
«Yo no les quería hacer nada, yo solo los quería asustar, pero ellos se me vinieron encima y disparé cuatro veces. Después me fui», dijo el venezolano.
Durante el interrogatorio, confesó que en Venezuela ya había manejado un arma de fuego. Pero que la botó al cometer un robo, reseñó La República.