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La Casa Blanca ve «vergonzoso» que republicanos bloqueen la reforma electoral

por Avatar EFE

La portavoz adjunta de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, consideró este jueves «vergonzoso» que los senadores del Partido Republicano ni siquiera accedieran el miércoles a debatir la reforma electoral impulsada por el presidente Joe Biden.

«Eso fue vergonzoso y es un problema para nuestra democracia, porque votar es la piedra angular de nuestra democracia», señaló Jean-Pierre en rueda de prensa en la Casa Blanca.

La legislación, bautizada «Freedom to Vote Act» (La ley de la libertad del voto), aspiraba a ser la mayor reforma electoral desde la Ley de Derecho al Voto de 1965, que prohibió las prácticas discriminatorias contra los afroamericanos y que se considera un hito del movimiento por los derechos civiles.

Con el bloqueo republicano, el proyecto de ley no superó la barrera de 60 apoyos que necesitaba para que fuera considerado en el hemiciclo de la Cámara Alta.

Los republicanos ya habían bloqueado otro proyecto de ley

Al ser consultada al respecto, Jean-Pierre señaló que lo más «decepcionante» para el gobierno de Biden fue que los conservadores no optaran ni por debatir la legislación.

Los republicanos ya bloquearon en junio otro proyecto de ley similar denominado For the People Act (La ley para el pueblo).

Ambas propuestas buscaban contrarrestar las restricciones al voto que han impuesto en los últimos meses los republicanos a escala estadal con la aprobación de 33 leyes en 17 estados que limitan el sufragio de hispanos, afroamericanos y de personas con menos recursos económicos, que acuden a las urnas en menor proporción.

Los conservadores aseguran que su objetivo es frenar irregularidades, pero los demócratas creen que su verdadera meta es acabar con los controles que impidieron al expresidente Donald Trump revocar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que ganó Biden.

La batalla sobre el derecho al voto se produce porque en Estados Unidos no existe un sistema electoral central y cada estado fija sus propias normas electorales.