Las autoridades de Kyiv han decretado un nuevo toque de queda para la capital ucraniana, que se extenderá desde las 20.00, hora local, de este sábado hasta las 07.00 de la mañana del lunes.
La medida fue anunciada por el alcalde de Kyiv, Vitaly Klitschko, a través de su cuenta en Instagram, y contempla la prohibición de salir de casa entre esas horas, salvo para acudir a los refugios en caso de alerta.
Tampoco funcionarán el transporte público ni los comercios, incluidos farmacias o gasolineras.
Desde el gobierno del presidente Volodímir Zelenski se ha informado, por otro lado, del establecimiento de diez corredores humanitarios para evacuar a la población civil de las ciudades más afectadas por los ataques rusos.
Por lo que respecta a Mariúpol, la viceprimer ministra, Iryna Vereshchuk, advirtió desde la televisión pública de que sólo pueden salir de la asediada ciudad vehículos privados, ya que, aseguró, las tropas rusas están impidiendo el paso de los autobuses.
Kyiv y Moscú se han estado responsabilizando mutuamente de que los corredores humanitarios previamente acordados por ambas partes no lleguen a funcionar.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer, al término de la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, el propósito de su país, en cooperación con Turquía y Grecia, de participar en la evacuación de Mariúpol. Según las autoridades ucranianas, siguen atrapados en la ciudad unos 100.000 habitantes.
El líder francés afirmó estar en contacto con el presidente Zelenski y con el alcalde de Mariúpol para llevar a cabo esa operación que, según admitió, deberá contar también con el acuerdo por parte del mando militar ruso.