Donald Trump y Kim Jong-un acordaron este martes «pasar página» durante una cumbre histórica que alumbró un documento conjunto en el que el líder norcoreano se compromete a llevar a cabo una «desnuclearización completa de la península coreana».
Después de décadas de tensión por las ambiciones atómicas de Corea del Norte, el presidente estadounidense aseguró que el «proceso» podrá comenzar «muy pronto».
La fórmula de la declaración conjunta es bastante vaga en cuanto a calendario. No precisa que la desnuclearización vaya a ser «verificable e irreversible» como reclamaba Estados Unidos antes de la cumbre de Singapur, lo que podría interpretarse como un paso atrás de Trump.
«Kim Jong-un reiteró su compromiso firme e inquebrantable en favor de una desnuclearización completa de la península coreana», escribió en este texto, que los dos están dispuestos a aplicar «en su totalidad» y «muy pronto».
Esta reunión, la primera entre un presidente estadounidense en activo y un líder norcoreano, estuvo marcada por apretones de manos, algo inimaginable hace tan sólo unos meses, cuando se amenazaban e insultaban.
Kim Jong-un estimó haber «pasado página» salvando «numerosos obstáculos» para llegar a un encuentro que es «un buen preludio para la paz». Donald Trump aseguró haber creado «un vínculo especial» con el número uno norcoreano, que dirige el país con mano de hierro como su padre y su abuelo.
Sonriente, Trump estimó que esta reunión «realmente fantástica» transcurrió «mejor de lo que nadie había esperado» y permitió hacer «muchos progresos».
Donald Trump no escatimó en muestras de afecto y se declaró dispuesto a invitar a Kim a la Casa Blanca.
El líder norcoreano Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump antes de la cumbre en el hotel Capella, el 12 de junio de 2018 en Singapur (Foto: AFP)
«Es una enorme victoria para Kim Jong-un, que hizo una gran jugada con su cara a cara con el presidente», afirma Michael Kovrig, del International Crisis Group (ICG) en Washington. Su padre y su abuelo «soñaron con ello».
«Para Estados Unidos y para la comunidad internacional es un punto de partida positivo -estima- para negociaciones que se anuncian largas y difíciles», agregó.
China, principal aliado de Corea del Norte, aplaudió el comienzo de una «nueva historia» e hizo un nuevo llamamiento a la «desnuclearización total» de su vecino y aliado.
Trump y Kim se reunieron durante casi cinco horas: primero a solas durante unos 40 minutos y luego en una reunión de trabajo, seguida de un almuerzo con un menú de platos occidentales y asiáticos (cóctel de gambas, cerdo crujiente con salsa agridulce y tarta).
Kim Jong-un estuvo acompañado por su brazo derecho Kim Yong Chol, quien viajó recientemente a la Casa Blanca, y por otros dirigentes del partido en el poder, como su hermana Kim Yo Jong.
El presidente de Estados Unidos, quien llegó al poder sin la más mínima experiencia diplomática, asumió grandes riesgos hace tres meses apostando por la cumbre con Kim Jong-un.
Trump, que lleva poco más de 500 días en la Casa Blanca, afrontó uno de los momentos más importantes de su presidencia en el escenario internacional, donde ha disgustado a numerosos mandatarios, incluidos algunos de los aliados de Estados Unidos.
A pesar del espectacular acercamiento diplomático de los últimos meses persisten las incógnitas.
Distensión
Pocas horas antes de reunirse con Trump, Kim Jong-un, que hasta este año no había realizado ninguna visita oficial al extranjero, apareció muy desenvuelto ante las cámaras durante su encuentro con el primer ministro de Singapur.
El lunes por la noche, el líder norcoreano, que dirige uno de los países más herméticos del mundo, disfrutó de una salida por Singapur, cuyos lugares turísticos más emblemáticos visitó, visiblemente encantado.
El arsenal nuclear norcoreano provocó una serie de sanciones de la ONU a lo largo de los últimos años.
Para convencer a Corea del Norte de que renuncie a él, el presidente estadounidense se comprometió en el documento a dar «garantías de seguridad».
El líder norcoreano Kim Jong-un y el presidente estadounidense elDonald Trump se dan un apretón de manos antes de la reunión histórica en el hotel Capella, el 12 de junio de 2018 en Singapur (Foto: AFP)
El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo afirmó el lunes por la noche que se trata de «garantías de seguridad únicas, diferentes» de las propuestas hasta ahora.
«Desde el primer minuto»
Analistas e historiadores creen que existe una posibilidad pero recuerdan que el régimen de Pyongyang tiene un historial de promesas incumplidas. En 1994 y en 2005 se cerraron acuerdos que nunca se aplicaron.
Los encuentros diplomáticos de Corea del Norte
«Trump cantará probablemente victoria sea cual sea el resultado de la cumbre, pero la desnuclearización de la península coreana es un proceso que llevará años», considera Kelsey Davenport, de la Arms Control Association estadounidense. La «verdadera prueba» será «la adopción o no por Corea del Norte de medidas concretas para reducir la amenaza que representan sus armas nucleares».
«La puesta en escena de esta cumbre, desde los apretones de manos y las banderas hasta el decorado, se parece completamente a la de un encuentro entre dos Estados soberanos con relaciones diplomáticas normales», tuiteó el analista Ankit Panda. «El efecto de legitimación para el régimen de Corea del Norte es innegable».
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