El Tribunal Supremo español despejó este lunes el principal escollo legal para la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco. Su mausoleo está ubicado a unos 50 kilómetros al noroeste de Madrid.
El pasado martes, el Supremo adelantó que quedaba desestimado el recurso presentado por los siete nietos del dictador para impedir la exhumación de sus restos, decidida por el gobierno de Pedro Sánchez. Asimismo, dio la razón al gobierno, que fijaba la reinhumación en la cripta privada que la familia Franco posee en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
También desestimó la petición de los nietos de que descansara en la catedral de la capital española. Sin embargo, aún persistía un escollo técnico: la licencia de obra para levantar la pesada losa bajo la que yacen los restos, en la basílica del Valle de los Caídos.
En el pasado mes de febrero, el juez José Yusty suspendió cautelarmente la licencia urbanística para levantar la losa. Pero la medida se quedó sin efecto. En detalle, el texto señala que la obra no necesita licencia municipal.
A la luz de esta sentencia del Supremo, otros tres recursos presentados por la Fundación Nacional Francisco Franco (que defiende la memoria del dictador), los monjes benedictinos que custodian la basílica y la Asociación de Defensa del Valle no tienen recorrido en lo que se refiere a la exhumación.
Desde poco después de su llegada al poder en junio de 2018, Sánchez, candidato a la reelección en los comicios del próximo 10 de noviembre, defendió la exhumación para que a Franco no lo homenajearan en una tumba de Estado. Sin embargo, su proyecto choca con los numerosos recursos de la familia del dictador.
Si finalmente es exhumado, lo enterrarán junto a su mujer Carmen Polo.