Un juez de Georgia determinó este jueves que el expresidente estadounidense Donald Trump y otros 16 acusados en el caso de manipulación electoral no tendrán que ir a juicio en octubre junto con otros dos individuos que habían solicitado un juicio rápido.
La decisión supone un revés para la Fiscalía, que quería que a los 19 acusados los juzgaran juntos, en un intento de demostrar que todos formaban parte de una conspiración para manipular los resultados de las elecciones de 2020 en ese estado, en las que Trump perdió por un estrecho margen ante el demócrata y actual mandatario Joe Biden.
En un documento judicial, Scott McAfee, uno de los jueces del tribunal superior del condado de Fulton (Georgia), determinó que el 23 de octubre tendrá lugar el juicio rápido que habían solicitado Kenneth Chesebro y Sidney Powell, dos de los abogados de la campaña electoral de Trump en 2020 y acusados de difundir información falsa sobre las elecciones.
Trump y los otros 16 acusados habían pedido que se les juzgara por separado de Chesebro y Powell, argumentando que no podrían estar listos para un juicio el 23 de octubre.
El magistrado accedió a esas peticiones y argumentó que su decisión es simplemente «procedimental» y atiende a motivos logísticos para hacer los procedimientos más manejables.
Declarado no culpable
Trump, que opta a la nominación del Partido Republicano para las presidenciales de 2024, se declaró no culpable el 31 de agosto de los 13 cargos que se le imputan en Georgia.
Es el primer expresidente de la historia de Estados Unidos imputado y ya acumula cuatro casos penales.
Además de Georgia, afronta un proceso judicial en Nueva York por los pagos irregulares que hizo durante la campaña de 2016 para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels por un affaire que habían tenido en el pasado.
Asimismo, se enfrenta a la justicia en Florida por haberse llevado a su mansión en Mar-a-Lago papeles clasificados cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021, y por último debe responder en Washington al asalto al Capitolio de 2021, en el que sus simpatizantes intentaron interrumpir el proceso legislativo para certificar la victoria de Biden en 2020.