Un juez federal estadounidense ordenó el miércoles 18 de noviembre al gobierno del presidente Donald Trump que deje de expulsar a niños migrantes no acompañados detenidos en la frontera sin permitirles hacer peticiones de refugio o asilo, asestando un duro golpe a las medidas impuestas por la Administración por la emergencia sanitaria.
El magistrado Emmet Sullivan, de un tribunal del Distrito de Columbia, falló a favor de los menores no acompañados que eran sujetos a expulsión después que el gobierno impusiera una normativa que le permite a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos expulsar extranjeros arrestados en la frontera argumentando una emergencia sanitaria por el covid-19.
En la orden, el juez advierte que los niños migrantes no acompañados que son detenidos por agentes fronterizos deben recibir las salvaguardias que el Congreso estableció para ellos y ser llevados a refugios supervisados por el gobierno durante sus procedimientos de inmigración.
El caso fue presentado por la Unión Americana de Libertades Civiles, y otras organizaciones en nombre de un guatemalteco de 15 años que ingresó solo al país en agosto pasado.
En marzo pasado, el vicepresidente Mike Pence ordenó a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades usar sus poderes de emergencia para sellar eficazmente las fronteras de Estados Unidos, a pesar de las reticencias mostradas por la principal agencia sanitaria del país, según reportes de prensa.
Los agentes del CBP en ambas fronteras han expulsado del país a la mayoría de migrantes que son detenidos entrando de forma indocumentada, entre ellos niños no acompañados.
El presidente del Caucus Hispano del Congreso, el representante demócrata Julián Castro, criticó a través de un mensaje en Twitter al gobierno de Trump.
“La Administración Trump ha deportado apresuradamente a miles de niños migrantes que huyen de la violencia y la pobreza, en violación de los acuerdos internacionales. Incluso deportaron a niños a México cuando venían de otros lugares”, denunció el congresista.
“Esta orden judicial exitosa es una victoria para los derechos humanos”, resaltó sobre una decisión judicial que, sin embargo, no protege a los inmigrantes adultos o a las familias migrantes que cruzan la frontera.
Datos de CBP indicaron que en septiembre pasado más de 48.000 inmigrantes fueron expulsados bajo la normativa en cuestión en la frontera sur, y un reporte de octubre del New York Times aseguró que más de 200 niños que no eran mexicanos fueron expulsados por los agentes de CBP hacia ese país.
Lee Gelernt, el principal abogado de ACLU en este caso, le dijo a la cadena CBS que «esta política cruel e ilegal, como tantas otras de la Administración Trump, estaba poniendo a miles de niños en grave peligro”.