Una pareja de jubilados fue detenida en Oviedo (España), cuando regresaban de Gibraltar con una autocaravana transportando casi media tonelada de hachís. Así lo reseñó El País.
El matrimonio cobraba una pensión de minusvalía, tenía dos hijos y vivía en un sencillo chalé en Vilanova de Arousa (Pontevedra). La mujer de 60 años de edad, había trabajado en un geriátrico. Y su marido, de 61 años, era agricultor. Ninguno tenía antecedentes. Sin embargo, el grupo segundo de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de Pontevedra les seguía la pista, mientras investigaba al grupo de proveedores para el que, supuestamente, la pareja había trabajado durante, al menos, los últimos dos años.
El País indicó que por cada viaje la pareja de jubilados cobraba entre 5.000 y 10.000 euros en función del volumen del envío. Este último y definitivo encargo para ambos pensionistas resultó también el más accidentado. La Guardia Civil los interceptó en un control a la salida de Huelva, aunque los agentes no llegaron a registrar el vehículo. El pedido que ocultaban en un doble fondo lo tenían que entregar en el País Vasco, por lo que los avezados distribuidores se pusieron manos a la obra.
La droga que la pareja movía fingiendo ser turistas tendría un valor en el mercado de hasta 800.000 euros si el alijo fuera vendido por kilos, y de hasta dos millones de euros si se distribuyese por dosis. Informó el medio.
Las autoridades han dado por desarticulada esta rama del transporte y distribución de hachís en el norte del país, que conecta a redes del narcotráfico el sur de España con un entramado delictivo asentado en Galicia.