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Joven de 19 años que murió en el submarino Titán no estaba seguro de sumarse a la expedición

por El Nacional El Nacional

Suleman Dawood, el joven de 19 años que murió junto a su padre -el empresario paquistaní Shahzada Dawood- a bordo del submarino Titán que implosionó cuando intentaba acercarse a los restos del Titanic, había expresado sus dudas sobre participar en la expedición.

Azmeh Dawood, la hermana mayor del empresario, contó a NBC News que unos días antes de que partiera la expedición su sobrino dijo que no estaba muy preparado y que se sentía aterrorizado por el viaje.

Pese a los nervios, el joven decidió abordar el sumergible de 22 pies de OceanGate para pasar tiempo con su papá, pues ese fin de semana se celebraba el Día del Padre.

«Estoy pensando en Suleman, que tiene 19 años, ahí adentro, tal vez sin aliento. Ha sido paralizante, para ser honesto», dijo Azmeh en una entrevista telefónica desde la casa en Amsterdam que comparte con su esposo, Jonathan.

La mujer dijo que estaba devastada luego de que el jueves OceanGate, la compañía detrás de la expedición Titán, confirmó que se daba por muertos a los cinco pasajeros a bordo.

La Guardia Costera de Estados Unidos señaló que los escombros en el área de búsqueda eran consistentes con una «implosión catastrófica».

«Siento incredulidad. Es una situación irreal», dijo entre sollozos.

«Siento que me han atrapado en una película realmente mala, con una cuenta regresiva, pero no sabías para qué estabas contando. Personalmente me ha resultado un poco difícil respirar pensando en ellos», agregó.

Azmeh y Shahzada son descendientes de una de las dinastías corporativas más prominentes de Pakistán. El imperio empresarial del mismo nombre de la familia, Dawood Hercules Corp., tiene inversiones en agricultura, el sector de la salud y otras industrias.

Shahzada fue vicepresidente de Engro Corporation, con sede en Karachi, y asesor de Prince’s Trust International, una organización benéfica fundada por el rey Carlos III.

La mujer reconoció que, desde muy joven, Shahzada estaba absolutamente obsesionado con el Titanic y no se sorprendió cuando supo que había comprado entradas para la misión OceanGate en el submarino Titán.