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Josep Borrell respaldó sanciones selectivas contra el régimen de Nicolás Maduro

por Avatar EFE

Josep Borrell, ministro de Exteriores de España en funciones, respaldó este lunes las sanciones selectivas aplicadas contra funcionarios del régimen de Nicolás Maduro.

Hizo la afirmación durante la audiencia de la comisión de Exteriores del Parlamento Europeo.

En ese escenario el político busca el respaldo para convertirse en el próximo alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y vicepresidente de la Comisión Europea.

Borrell rechazó sanciones «que puedan afectar aún más al pueblo venezolano», que atraviesa una «terrible» situación humanitaria.

«No apoyaremos sanciones colectivas», aseguró, ya que «cualquier cosa que les impida tener un poco menos de comida o de medicinas, no es algo que se pueda aceptar».

En cambio, Borrell defendió la imposición de sanciones individuales contra personalidades que tengan cargos de responsabilidad.

Recordó que España fue el país que promovió recientemente la aplicación de medidas restrictivas contra siete personas acusadas de torturar y matar a un oficial de la Marina venezolana.

Señaló que la Unión Europea trabaja por «conseguir la única solución posible, que es una solución negociada entre venezolanos que permita una salida democrática» a la crisis que vive el país.

Asimismo, pidió «voluntad de negociación para que se celebren las elecciones presidenciales».

Sobre Cuba

Sobre Cuba, recordó que en la Unión Europea ya hubo medidas de aislamiento al país que no tuvieron «ningún» resultado.

A su juicio, estas concluyeron cuando la «posición común» unilateral dio paso al primer acuerdo bilateral entre la Unión y la isla.

En ese nuevo contexto, dijo que «por Cuba se ha pasado hasta el Papa, Barack Obama y el presidente de la República francesa».

«El único que no ha ido todavía es el jefe de Estado de España, pero todos los demás han pasado por allí», afirmó Borrell.

A su juicio, Cuba es un país en el que «faltan las libertades democráticas básicas que ambicionamos para nosotros mismos y para los pueblos amigos».

«Es mejor una política de contacto, que permita establecer relaciones pueblo a pueblo y gobierno a gobierno, que no un aislamiento», agregó.

«Al menos, en Cuba no hay condenas a muerte, y tampoco las aplican por crucifixión», concluyó.