Los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán siguen los pasos de su padre y son buscados por el Departamento de Estados Unidos. Uno de los últimos en figurar en los archivos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) es Joaquín Guzmán López, de 34 años de edad.
La primera vez que se le relacionó con el Cártel de Sinaloa fue el 21 de febrero de 2019. En aquella fecha el Departamento de Justicia informó que el gobierno de Estados Unidos acusó de conspiración para introducir y distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana procedente de México y otros países al interior de sus fronteras a dos hijos del Chapo.
En ese documento, la justicia norteamericana vincula a Joaquín Guzmán López por actuar entre los años 2008 y 2018 en conjunto con su hermano menor Ovidio Guzmán López, de 28 años de edad. El crimen por el que son acusados tiene una pena mínima de 20 años de cárcel y máxima de cadena perpetua.
De Joaquín Guzmán López se sabe poco, ya que tampoco se ha difundido alguna fotografía de forma oficial por parte de las autoridades norteamericanas. Según el departamento de Justicia estadounidense es conocido con el apelativo de «El Güero», «Moreno» o «Güero Moreno». Tanto él como Ovidio son hijos de la segunda esposa del Chapo, Griselda López Pérez.
Según la DEA, los cuatro hijos del Chapo —Joaquín, Iván, Alfredo y Ovidio— son identificados como integrantes del Cartel de Sinaloa. Siendo Iván el hijo preferido del narcotraficante, ya que fue preparado por él mismo para ser su sucesor en el negocio de las drogas ilegales.