Jeanine Áñez, presidenta interina de Bolivia, aseguró este martes que el país necesita postergar uno o dos meses las elecciones, respecto a la fecha tope del 6 de septiembre, en espera de que bajen los contagios por coronavirus.
«Postergar probablemente un mes o dos no le va a hacer daño a nadie, es más, todos los bolivianos vamos a ganar con ello», afirmó durante un acto en la ciudad de Tarija.
El Parlamento boliviano aprobó una ley que amplía al 6 de septiembre el plazo para ir a las urnas, pero está pendiente de que Áñez la promulgue o la devuelva a la Asamblea Legislativa con observaciones.
La ley fue propuesta por el Tribunal Supremo Electoral, que es el que convoca los comicios en Bolivia y fija la fecha.
Áñez, que es candidata por la alianza Juntos, reiteró su disposición de acatar lo que decida el órgano electoral, a la vez que insistió en su postura de que el 6 de septiembre es una fecha aún temprana mientras el país sigue en estado de emergencia sanitaria por el covid-19.
La mandataria interina consideró injusto que la acusen de prorroguista, por la demora en las elecciones.
Elecciones en Bolivia
Los comicios estaban previstos el 3 de mayo, pero a finales de marzo el órgano electoral los pospuso sin fecha al declarar el gobierno interino la emergencia sanitaria.
Al respecto, reprochó al Movimiento al Socialismo de Evo Morales de oportunista, al atribuirle protestas en el país en contra del Ejecutivo en vez de colaborar ante la pandemia.
«Están ocasionado casos de terrorismo», aseveró, en alusión a ataques a torres de telefonía el lunes.
Algunos ministros interinos califican de actos terroristas estos ataques con daños materiales, mientras el departamento de Obras Públicas los atribuye al temor a que tecnología 5G transmita el coronavirus, aunque no está implantada en el país y se ha informado que no propaga la enfermedad.
«Se está rearticulando Evo Morales desde Argentina con su gente en el país, no lo vamos a permitir», manifestó.
Morales ejerce desde Argentina de jefe de campaña electoral del MAS, desde donde ha advertido que el gobierno interino hace «terrorismo de Estado con graves amenazas» de sacar a militares a las calles.
Las elecciones en Bolivia para elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores están pendientes desde la anulación de los comicios de octubre pasado, en los que Morales había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido y renunció denunciando que era forzado por un golpe de Estado en medio de presiones de militares y policías, entre otras, para privarlo de su nueva victoria y derrocarlo.