Los termómetros en una ciudad al norte de Tokio alcanzaron los 41.1 grados Celsius, la mayor temperatura registrada nunca en Japón, en medio de una letal ola de calor que se extiende por gran parte del país y por las vecinas Corea Norte y Corea del Sur.
El récord se registró en Kumagaya, una ciudad de la prefectura de Saitama que está a unos 65 kilómetros al noroeste de Tokio, dijo la Agencia Metrológica nipona. La anterior marca, 40 grados Celsius, fue en Ekawasaki, en la isla de Shikoku, en 2013.
Dos persistentes sistemas de altas presiones retuvieron el aire cálido y húmedo sobre la región, logrando las temperaturas récord durante casi dos semanas. Miles de japoneses han sido atendidos en hospitales con síntomas de insolación desde que comenzaron a subir las temperaturas.
La agencia de noticias Kyodo contabilizó más de 40 muertes en el país. Muchas de las víctimas eran ancianos que no utilizaban aire acondicionado.
Los termómetros marcaban 38.9 grados el lunes en el centro de Tokio, la temperatura más elevada en lo que va de año. Se espera que la peor parte de la ola de calor termine esta semana; las autoridades de Japón pidieron a la población que no salga de casa y que utilice el aire acondicionado.
En Corea del Sur, unas 10 personas han muerto por golpes de calor y otros problemas relacionados con las altas temperaturas este verano. Siete de ellas fallecieron la semana pasada, dijeron el lunes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea del Sur. Alrededor de 1.040 personas han caído enfermas por el calor registrado entre el 20 de mayo y el 21 de julio.
«Hace tanto calor estos días que no puedo saber si estoy aquí (en Corea del Sur) o en el sudeste asiático”, dijo Kim Sung-hee, un estudiante en el centro de Seúl, donde las temperaturas alcanzaron los 35.5 grados Celsius.
La temperatura mínima matinal más alta de la historia en Corea del Sur se alcanzó en la ciudad de Gangneung, donde los termómetros marcaron 31 Celsius a las 6:45 a.m.
Mientras tanto, en Corea del Norte, los residentes se protegieron del sol con coloridas sombrillas cuando la temperatura en la capital, Pyongyang, subió hasta los 33.9 Celsius.