El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció este lunes nuevas sanciones contra Rusia que incluirán la restricción de las transacciones con su banco central, así como otras medidas contra Bielorrusia por su colaboración en el ataque sobre Ucrania.
Las restricciones adicionales están dirigidas a cortar las vías de financiación de Moscú, según dijo este lunes en declaraciones a los medios Kishida, quien añadió que Japón «está con el pueblo ucraniano y lo apoya en sus arduos esfuerzos» ante la invasión de tropas rusas.
Estas medidas se suman a las anunciadas en los días anteriores por el Ejecutivo nipón y coordinadas con países del G7, entre ellas la exclusión de bancos rusos del sistema financiero internacional Swift o la congelación de activos de entidades e individuos rusos, incluido el presidente Vladímir Putin.
Además, el primer ministro nipón anunció una restricción del comercio exterior con Bielorrusia y sanciones contra el presidente de este país, Aleksandr Lukashenko, entre otros altos cargos, debido a su «clara participación en la agresión contra Ucrania», según dijo.
Tokio también ha decidido restringir sus exportaciones de semiconductores y otros productos dirigidos a uso militar y ha prohibido todas las transacciones con bonos de deuda soberana rusa en sus mercados financieros primarios y secundarios.
Kishida anunció su última ronda de sanciones después de mantener una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la que recalcó el apoyo nipón a su Ejecutivo frente a la incursión rusa.
Japón ha decidido asimismo aportar 100 millones de dólares en ayuda humanitaria a Ucrania, junto a otra cantidad similar en concepto de préstamos al país, dijo el líder del Ejecutivo nipón.