El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decidió este lunes cambiar al presidente de la estatal Petrobras, Joaquim Silva e Luna, bajo una fuerte presión por los aumentos recurrentes del precio de los combustibles.
La información, filtrada por la prensa brasileña, fue confirmada en la noche por el Ministerio de Minas y Energía, que propuso al economista Adriano Pires como el candidato a sustituirlo.
La designación deberá ser aprobada por el Consejo de Administración de la empresa estatal el próximo 13 de abril, informó el ministerio.
Bolsonaro destituyó a Silva e Luna
Bolsonaro había nombrado a Silva e Luna, un general de la reserva del Ejército, en febrero del año pasado.
En ese entonces también disconforme con los constantes aumentos de precios aplicados por la estatal.
El mandatario ultraderechista lleva tiempo criticando la política de precios de la estatal, que ha fijado severos aumentos siguiendo el precio internacional del crudo.
Esto logró foguear la inflación, muy perjudicial para su popularidad antes de buscar la reelección en octubre.
Aumento en la gasolina y diésel
Petrobras aplicó a principios de marzo un aumento de 18,8% al precio de la gasolina 24,9% al del diésel ante el «aumento mundial de los precios del petróleo y sus derivados como resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania».
Las acciones de Petrobras cayeron 2,63% al cierre de la Bolsa de Sao Paulo este lunes.
Para el economista Alex Agostini, de la consultora Austin Rating, «esos cambios en la gestión de la empresa no son buenos. Es una señal de que hay algo equivocado».
Estabilidad al mercado financiero
«Pero para el mercado no va a cambiar mucho. Si se confirma que el nuevo presidente será Adriano Pires, un especialista en el área de petróleo y gas, eso traerá estabilidad al mercado financiero», porque difícilmente intervendrá en la política de precios de Petrobras, explicó Agostini a la AFP.
Petrobras, cuyo accionista mayoritario es el estado, cerró 2021 con una ganancia récord de 19.875 millones de dólares (106.668 millones de reales).
De acuerdo con la última encuesta de la consultora Datafolha realizada en marzo, 75% de los brasileños cree que el gobierno tiene «mucha» o «alguna» responsabilidad en la inflación que afecta el bolsillo de las familias.
Esa misma encuesta indica que el mandatario ultraderechista perdería en una eventual segunda vuelta ante el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
En donde se señala una diferencia de 21 puntos (55% a 34%).