Italia pedirá una «prueba de vida» a todos sus jubilados que residan en el extranjero, que podrán hacerlo con una videollamada, para evitar «pagos indebidos» de pensiones a sujetos ya muertos, según avanzó hoy la Seguridad Social del país.
Los pensionistas italianos que vivan en todo el continente americano, en los países Escandinavos, en Europa del Este y zonas limítrofes, en Asia u Oriente Medio tendrán cuatro meses para demostrar que están vivos y seguir así cobrando su jubilación.
El Instituto Nacional para la Seguridad Social (INPS) empezará a pedir una «prueba de vida» el próximo 7 de febrero y esta deberá llegar antes del mismo día de junio.
«Cerciorarse del estado de vida de los pensionistas que residen en el extranjero es de particular importancia para el INPS, ya que la dificultad de adquirir informaciones completas, actualizadas y rápidas sobre la muerte de pensionistas implica el riesgo de pagar pensiones no debidas», se lee en el comunicado.
El ente ha dado el plazo de cuatro meses para evitar que los jubilados italianos acudan inmediatamente a los consulados para demostrar que están vivos y evitar así aglomeraciones «peligrosas» en plena pandemia de coronavirus.
Asimismo, la Seguridad Social italiano ha puesto en marcha un proyecto con el Ministerio de Exteriores que permitirá a todos estos pensionistas demostrar que siguen vivos a las autoridades consulares mediante una vídeollamada.