Italia ha detectado un aumento del flujo migratorio desde las costas del Mediterráneo oriental, sobre todo desde Turquía, según un informe presentado hoy por los Servicios de Inteligencia, dos días después del último naufragio de migrantes.
El informe, ilustrado este martes ante el Parlamento, sostiene que el litoral del Mediterráneo oriental es la “segunda opción vía mar” para los migrantes, después de la ruta que parte desde el norte africano, en países como Libia o Túnez.
“En cuanto a la ruta marítima del Mediterráneo oriental se confirma la tendencia en aumento del flujo migratorio hacia las costas de (las regiones meridionales italianas de) Calabria, Apulia y Sicilia”, se lee en el documento.
Los Servicios Secretos italianos alertaron de que este fenómeno es a menudo gestionado por organizaciones criminales “principalmente kurdas y paquistaníes” a través de redes sociales e internet.
La mayoría de los migrantes que utilizan esta ruta marítima para llegar a Italia zarpan desde Turquía, desde donde también entran en la ruta terrestre de los Balcanes, y este año también se han detectado salidas en barco desde el Líbano.
Por otro lado, la guerra en Ucrania también ha favorecido el aumento de estos flujos migratorios por la crisis alimentaria y socioeconómica desatada en los países de origen de los migrantes, desde el Cuerno de África, al Magreb u Oriente Medio.
Precisamente Italia ha asistido este domingo a la enésima tragedia migratoria, el naufragio de un barco de madera que había zarpado cuatro días antes de las costas turcas de Esmirna, con unos 180 migrantes, de los que se han localizado 82 supervivientes y 64 cadáveres, por lo que la cifra total de víctimas mortales puede rondar el centenar.
En el naufragio, numerosos migrantes procedían de Afganistán y algunos refirieron que escapaban del régimen talibán, instaurado hace un año y medio.