El Ejército de Israel anunció este viernes que sus tropas atacaron «múltiples objetivos terroristas» en Gaza y capturaron un puesto del grupo Yihad Islámica en el norte de la Franja, mientras el liderazgo militar anticipa una inminente expansión de las operaciones hacia otras regiones del enclave.
«Las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continuaron operando durante la noche en la Franja de Gaza y aviones de combate atacaron numerosos objetivos terroristas», informó la portavoz militar, que precisó además que sus tropas capturaron «un bastión del comandante del área norte de la Yihad Islámica».
En el sitio, agregó un comunicado castrense, hallaron cohetes, drones y armamento.
En paralelo, las fuerzas israelíes operaron «dentro de una escuela en la que se escondían terroristas de Hamás». «Durante la operación, las tropas abatieron a los terroristas y localizaron una gran cantidad de armas en el interior de la escuela», agregó el Ejército.
Estos episodios siguen al anuncio ayer por parte del ministro de Defensa, Yoav Gallant, de que las fuerzas israelíes habían controlado parte oeste de la ciudad de Gaza y se encaminaban hacia una nueva etapa de su ofensiva terrestre sobre el enclave.
«Cuánto más avancemos en la operación, más aumentaremos la presión sobre Hamás y lograremos acabar con su infraestructura terrorista, incluidos sus cuarteles generales y túneles, y al mismo tiempo eliminaremos a sus dirigentes y agentes», remarcó Gallant.
Poco después, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, señaló que Israel está «cerca de desmantelar el sistema militar en el norte de la Franja de Gaza» y que se dispone a «continuar hacia otras áreas».
La ofensiva terrestre en el interior del enclave inició el 27 de octubre y desde entonces se ha saldado con al menos 51 soldados israelíes muertos.
La guerra comenzó el pasado 7 de octubre, con un ataque de Hamás en Israel que se causó al menos 1.200 muertos y más de 240 rehenes llevados a Gaza. Por su parte, los bombardeos israelíes en el enclave han causado más de 11.500 fallecidos en la Franja.
Se trata de la guerra más sangrienta del conflicto palestino-israelí de las últimas décadas.