El Ejército de Israel bombardeó este miércoles objetivos iraníes en Siria, que dejaron al menos tres muertos, de acuerdo con Damasco, en represalia por el hallazgo de explosivos en la frontera de facto en el norte del Estado hebrero.
«Ayer (martes), tropas de las Fuerzas de Defensa israelí hallaron artefactos explosivos (…) que colocaron escuadrones sirios liderados por fuerzas iraníes», dijo el Ejército en un comunicado, en el que señala que en respuesta, aviones IDF bombardearon en la madrugada objetivos militares de la fuerza iraní Quds y el Ejército sirio.
La Fuerza Quds es una unidad de élite de los Guardianes de la Revolución iraní encargada de las operaciones en el extranjero.
El Ejército aseguró que bombardeó instalaciones de almacenamiento, cuarteles generales y complejos militares.
«Fueron alcanzadas baterías de misiles suelo-aire sirias», agregó el comunicado.
La agencia oficial siria Sana, que cita una fuente militar, informó que la agresión aérea del «enemigo sionista» mató a tres militares, hirió a un soldado y provocó daños materiales.
Dicha fuente precisó que las baterías de defensa antiaérea sirias se activaron para contrarrestar los disparos israelíes «abatiendo cierto número de misiles».
En un primer momento, la agencia Sana, que informaba de ruidos de explosiones, indicó que la defensa antiaérea enfrentaba una agresión israelí en el cielo de la región de Damasco.
Equipo sirio
Israel afirmó que los artefactos explosivos descubiertos cerca de la frontera de facto, de lado israelí, fueron colocados por un equipo de Siria liderado por fuerzas iraníes.
Israel ha realizado centenares de bombardeos aéreos y ha lanzado misiles contra Siria desde el inicio de la guerra civil en el país árabe en 2011, en particular contra las fuerzas iraníes y libanesas del Hezbolá desplegadas en territorio sirio y contra tropas gubernamentales sirias.
El conflicto sirio, que fue provocado por la represión sangrienta de las manifestaciones prodemocracia, se ha complicado a lo largo de los años con la implicación de potencias extranjeras y grupos armados. La guerra ya deja más de 380.000 muertos y millones de desplazados.
El Estado hebreo reconoce en contadas ocasiones los bombardeos individuales, pero lo hace cuando responde a ataques específicos contra territorio israelí.
Israel y Siria, que siguen técnicamente en guerra, están separados por una frontera de facto a nivel de los altos del Golán, que Israel ocupa desde el fin de la Guerra de los Seis Días en 1967.