El Ejército de Israel aseguró este miércoles haber atacado más de 300 objetivos durante las últimas horas en Gaza, con «decenas de terroristas» abatidos, en su ofensiva militar centrada en zonas de la Franja palestina como Jan Yunis, donde busca a líderes del grupo islamita Hamás.
«Durante el último día fueron atacados más de 300 objetivos» por tierra, mar y aire, según un comunicado del Ejército israelí.
Israel afirmó haber destruido «infraestructuras terroristas» en combates cuerpo a cuerpo y en ataques aéreos en el enclave palestino, varios de ellos en Jan Yunis, en el sur de Gaza, uno de los principales objetivos del Ejército israelí en su ofensiva militar en la Franja.
«Las tropas llevaron a cabo una incursión dirigida sobre el mando militar y centros de control en la zona de Jan Yunis desde donde los ‘terroristas’ dispararon y almacenaron armas», de acuerdo al comunicado.
El Ejército israelí encontró en esta operación «fusiles, munición, artefactos explosivos y unos veinte proyectiles de mortero».
Aviones de combate atacaron un puesto de lanzamiento de proyectiles desde el que este martes hubo lanzamientos hacia Israel, añadió el comunicado.
El portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, dijo el martes que ha sido desplegada otra brigada de las fuerzas israelíes en Jan Yunis, donde están «expandiendo» sus operaciones.
«Agregamos una brigada completa y fuerzas adicionales de combate (…) para mejorar nuestras operaciones», comentó el portavoz.
Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, manifestó el martes que Jan Yunis «se ha convertido en la capital del terrorismo» y la ofensiva militar no parará hasta acabar con los líderes del grupo islamista Hamás, además de que las operaciones se ampliarán pronto a otras zonas de Gaza.
Las fuerzas israelíes buscan en Jan Yunis a líderes de Hamás como Yahya Sinwar, al que considera el cerebro del ataque del pasado 7 de octubre contra Israel y que se cree que se mueve entre varios lugares de la zona para evitar ser capturado.
Tras el ataque de Hamás el 7 de septiembre con más de 1.200 muertos y más de 240 secuestrados, Israel declaró el estado de guerra y lanzó una ofensiva militar por tierra, mar y aire sobre el enclave palestino, con más de 19.600 muertos y más de 52.500 heridos según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el grupo islamista.