El ministro de Defensa israelí reconoció este jueves que la guerra contra Hamás en Gaza durará «más que varios meses», a pesar de las inquietudes expresadas por un enviado de Estados Unidos sobre el elevado número de civiles palestinos muertos.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que el Ejército israelí debe encontrar la manera de reducir la intensidad de sus bombardeos.
Hizo estas declaraciones antes de reunirse en Jerusalén con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. También está previsto pronto un desplazamiento al Estado hebreo del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
Pese a los indicios de impaciencia de Estados Unidos, su principal aliado, Israel ha intensificado sus bombardeos.
La guerra de Gaza, desencadenada por los ataques el 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamás contra Israel, ha dejado más de 20.000 muertos, según datos de las respectivas autoridades.
La ofensiva de Hamás dejó cerca de 1.200 muertos, la mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
Las autoridades israelíes quieren continuar con su respuesta militar
La respuesta de Israel ha provocado 18.787 muertos en Gaza, la mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de ese territorio palestino gobernado por Hamás.
El jueves, el ministerio indicó que los bombardeos israelíes nocturnos mataron al menos 67 personas en la Franja de Gaza.
A pesar del elevado balance de civiles muertos, las autoridades israelíes quieren continuar con su respuesta militar.
«Hamás es una organización terrorista que se constituyó durante una década para combatir a Israel y que construyó infraestructuras subterráneas y aéreas que no resultan fáciles de destruir. Hará falta tiempo para ello más que algunos meses. Pero venceremos y destruiremos» a la organización palestina, aseguró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien se reunió con Sullivan.
Sullivan declaró en un evento del diario Wall Street Journal, antes del viaje, que discutiría un calendario para terminar la guerra e instaría a las autoridades israelíes a «avanzar hacia una fase diferente de las operaciones de alta intensidad que vemos hoy día».
Netanyahu admitió que hay «desacuerdos» con Estados Unidos sobre cómo será administrada Gaza después del conflicto.
«Enfrentan el capítulo más oscuro de su historia»
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró el miércoles que «cualquier discusión sobre Gaza o la causa palestina sin la presencia de Hamás o las facciones de resistencia será un engaño».
Un sondeo, publicado el miércoles por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas, indicó que Haniyeh cuenta con el apoyo de 78% de los habitantes de los territorios palestinos, frente al 58% que tenía antes de la guerra.
Además de la presión estadounidense, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente esta semana a favor de un llamado no vinculante a un alto el fuego, pero Estados Unidos se pronunció en contra de la mayoría.
Este jueves, en la ciudad de Jan Yunis, el humo surgía de entre los escombros, que la gente se afanaba en apartar con palas y sus propias manos.
«Unas cuatro personas siguen bajo los escombros» después de que un avión golpease el edificio «sin previo aviso», afirmó Hassan Bayyout, de 70 años de edad.
En Cisjordania, que también sufre un repunte en la violencia desde el 7 de octubre, la Autoridad Palestina informó que «un joven» murió en un ataque israelí contra la ciudad de Yenín.
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, indicó el miércoles que los gazatíes «enfrentan el capítulo más oscuro de su historia».
La ONU calcula que 1,9 millones de personas, de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, han sido desplazadas y viven en carpas y que se están agotando los suministros de alimentos, agua potable, medicinas y combustible.
«Pausas tácticas»
El organismo del Ministerio de Defensa israelí encargado de asuntos civiles palestinos, COGAT, afirmó que el Ejército «está permitiendo pausas tácticas con fines humanitarios».
Una tuvo lugar durante cuatro horas en un sector de la ciudad de Rafah (sur), transformada en un gran campo de desplazados, para permitir a los civiles reponer suministros, indicó.
La ONU ha advertido de la propagación de enfermedades y el sistema hospitalario de Gaza está en ruinas. Las autoridades de Hamás afirman que se quedaron sin vacunas para los niños, advirtiendo que las consecuencias son «catastróficas».
El martes, Hamás afirmó que las fuerzas israelíes «asaltaron el hospital Kamal Adwan» en la ciudad de Gaza.
El jueves, el Ejército dijo que «más de 70 terroristas salieron del hospital armas en mano» e indicó que sus tropas mataron «varios» milicianos durante los combates en la zona.
Israel suele acusar al grupo islamista de usar túneles bajo hospitales, escuelas y mezquitas, con fines militares. Hamás rechaza estas acusaciones.
El Ejército israelí dice haber perdido 116 soldados desde el comienzo de su ofensiva, y se enfrenta a una creciente presión por liberar a los rehenes capturados por el movimiento islamista.
Después de que decenas fuesen liberados durante una tregua, las autoridades israelíes afirman que 118 de los 240 rehenes siguen vivos en Gaza.
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