El ejército israelí acusó el viernes a Hamás de usar hospitales de la Franja de Gaza como centros de mando de la guerra contra Israel, una alegación inmediatamente desmentida por el movimiento islamista palestino.
«Hamás libra la guerra desde hospitales», dijo el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, Daniel Hagari, quien agregó que esa organización desviaba el carburante de los hospitales para su propia «infraestructura terrorista».
«Los terroristas se mueven libremente en el hospital Al Shifa» de Ciudad de Gaza, el mayor del enclave, declaró Hagari, reiterando la acusación israelí de que Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, utiliza a los habitantes como «escudos humanos».
Los hospitales sirven de «centros de mando y de escondites de armas» conectados a una red de túneles usados por Hamás, aseguró el portavoz.
Hamás negó rápidamente esta acusación.
Un dirigente del movimiento islamista, Izzat al Rishq, declaró en un comunicado que «las acusaciones del portavoz del ejército enemigo son totalmente infundadas», negando particularmente que «dirigentes de Hamás se encuentren en el sótano del hospital Al-Shifa», el más grande de la Franja de Gaza.
Estas alegaciones allanan «el camino para que se cometa una nueva masacre contra nuestro pueblo», agregó.
La Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina había indicado anteriormente que disponía de mecanismos para impedir el desvío de ayuda.
«Disponemos de sólidos mecanismos de supervisión… la UNRWA no desvía ni desviará ninguna ayuda humanitaria a manos equivocadas», indicó previamente Philippe Lazzarini, comisionado general de esta agencia.
El 7 de octubre, Hamás lanzó un sangriento ataque contra Israel. Unas 1.400 personas murieron desde entonces en territorio israelí, en su mayoría civiles, y otras 229 fueron secuestradas por el movimientos islamista, según las autoridades.
En represalia, Israel anunció que destruiría a Hamás y comenzó incesantes bombardeos en la Franja de Gaza. Según Hamás, más de 7.300 personas, la mayoría civiles y entre ellos más de 3.000 niños, han muerto por esos bombardeos en el territorio palestino.