El gobierno de Irán afirmó este lunes que no cooperará con la misión independiente de la ONU que investigará las posibles violaciones de las libertades fundamentales en las protestas desatadas por la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini.
“Irán nunca cooperará de ninguna manera con dicha misión sobre supuestos problemas con los derechos humanos”, dijo en una rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
“Teherán condena el impulsivo uso de los derechos humanos contra naciones independientes”, indicó el portavoz.
Kananí además calificó como un “abuso” la resolución aprobada la semana pasada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al que caracterizó como “un comité político”.
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Esa resolución establece la creación de una misión independiente de investigación que tendrá como objetivo «recoger y analizar evidencias» de violaciones de los derechos humanos en la represión que ha causado ya más de 300 muertos -entre ellos 40 niños- y cerca de 15.000 detenidos.
Además, más de 15.000 personas han sido detenidas en las movilizaciones, de las que al menos 2.000 han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las mismas, de las que seis han sido condenadas a muerte hasta ahora.
La propuesta se aprobó con 25 votos a favor, 16 abstenciones y seis en contra, entre estos últimos el de China, que intentó previamente sin éxito que se retirara de la resolución el texto que aludía a la creación de la misión investigadora.
Kananí señaló directamente a Alemania por ser uno de los principales promotores de la resolución, país al que ha culpado junto a Estados Unidos, Israel y Francia de fomentar las protestas.
“Vemos al Gobierno alemán asegurar que apoya los derechos humanos, los derechos de las mujeres y demás, pero un Gobierno que ha provocado dos guerras mundiales no puede hacer esas reivindicaciones”, afirmó el portavoz.
Además, el Ministerio de Exteriores convocó este lunes al embajador alemán en Teherán, Hans-Udo Muzel, por la actitud de su país frente a Irán, en la tercera ocasión que esto ocurre desde el inicio de las movilizaciones.
El diplomático de hecho acudió a la rueda de prensa con una máscaras antigás para recordar que durante la guerra entre Irán e Irak de los años 80 “países occidentales, en particular Alemania”, dieron a Bagdad el material para fabricar armas químicas.
El 30 de noviembre es el Día de Conmemoración de Todas las Víctimas de la Guerra Química, recordó Kananí.
Las protestas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años de edad tras ser detenida por la Policía de la moral, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.