Irán negó las informaciones de que un misil iraní derribó un avión ucraniano con 176 personas a bordo y urgió a Canadá a compartir la información que apunta en este sentido con la comisión investigadora.
El portavoz del gobierno iraní, Alí Rabieí, calificó en un comunicado los informes de falsos y de una guerra psicológica contra Teherán. Mientras que la Cancillería los consideró especulaciones sospechosas.
Después de que fuentes de inteligencia estadounidenses apuntaran a la hipótesis del derribo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, confirmó que su gobierno tiene información de que el vuelo de Ukranian International Airlines fue derribado por un misil iraní pero que pudo ser por un error.
La Cancillería iraní dirigió su comunicado a Canadá y a los otros países que comentaron sobre el incidente. Además, pidió que compartan esos informes con los investigadores del siniestro.
«Irán acoge con beneplácito la presencia de expertos de los países cuyos ciudadanos han muerto en el trágico accidente. Solicitamos al primer ministro canadiense y a cualquier otro gobierno con información sobre este tema que brinde la información al comité que investiga el accidente», dijo el portavoz de Exteriores, Abas Musaví.
El vocero defendió que la República Islámica comenzó a investigar la causa de este accidente aéreo. Musaví resaltó que las pesquisas se llevan de acuerdo con las normas internacionales y los criterios de la Organización de Aviación Civil Internacional.
También señaló que su país invitó a Ucrania, como propietario del avión, y a la compañía estadounidense Boeing, como fabricante del aparato, a participar en la investigación.
La invitación a Boeing había quedado en duda después de que el miércoles la Organización de la Aviación Civil de Irán anunciara que no iba a entregar las cajas negras al fabricante o a los estadounidenses, en medio de la escalada de la tensión entre Teherán y Washington.
Esta Organización publicó este jueves un informe preliminar sobre el accidente en el que apuntó que el aparato sufrió un incendio antes de estrellarse.
El informe también precisó que el avión desapareció a los pocos minutos del despegue del radar y que no se recibió ningún mensaje del piloto notificando una emergencia.
Las especulaciones sobre las causas del accidente comenzaron el mismo día del siniestro. El mismo coincidió con el ataque con misiles perpetrado por Irán contra una base militar en Irak que alberga a tropas estadounidenses.
Durante la jornada del jueves, numerosos responsables iraníes negaron estos rumores y apuntaron a un fallo técnico.
Lo que reveló Canadá
Sin embargo, horas más tarde los rumores pasaron a ser confirmados por Canadá y Estados Unidos.
«Tenemos inteligencia procedente de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestra inteligencia. Las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire iraní«, explicó Trudeau en una rueda de prensa en Ottawa.
Añadió, sin embargo, que las autoridades canadienses creen que el supuesto derribo del avión ucraniano puede haber sido no deliberado.
Trudeau dijo que la información preliminar que posee Canadá refuerza la necesidad de una profunda y completa investigación. Además exigió a Teherán que permita el acceso a su territorio de investigadores canadienses, puesto que hasta ahora no lo ha hecho.
Al menos 63 canadienses, en su mayoría de origen iraní, viajaban en el Boeing 737 que cubría la línea Teherán-Kiev y que se estrelló al poco de despegar del aeropuerto internacional Imán Jomeiní causando la muerte de sus 176 ocupantes.