Irán ya no hará la vista gorda ante los “delitos marítimos” en el Golfo, dijo Mohammad Javad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores este lunes, un día después de que se apoderara de un buque petrolero iraquí acusado de contrabando de combustible.
La guardia revolucionaria se apoderó de la embarcación y de sus siete tripulantes cerca de la isla de Farsi, al norte del estrecho de Ormuz, informaron los medios de comunicación estatales, una demostración de poder realizada en un contexto de creciente tensión con Occidente, que según el titular de la cartera, está fomentada por las autoridades de Estados Unidos.
“Irán venía ignorando algunos delitos marítimos en el Golfo, pero nunca más cerrará los ojos”, dijo Zarif en una conferencia de prensa.
Zarif criticó las sanciones impuestas contra él por Estados Unidos el pasado miércoles, diciendo que Washington había cerrado la puerta a la diplomacia en torno al acuerdo nuclear de Irán de 2015, que el presidente estadounidense Donald Trump abandonó el año pasado.
“Sancionar a un ministro de Asuntos Exteriores significa fracasar en las negociaciones”, dijo Zarif.
Si otros países siguen a Estados Unidos y dejan de comprar petróleo iraní, Teherán ha amenazado con bloquear todas las exportaciones a través del Estrecho, por el cual pasa una quinta parte del tráfico mundial de petróleo.