La investigación que decida el destino del petrolero británico capturado el viernes por Irán dependerá de la cooperación de la tripulación, advirtió este domingo Teherán, después de desatender los llamados internacionales a liberar rápidamente ese barco.
Acusado de «no respetar el código marítimo internacional», el Stena Impero permanece en el puerto de Bandar Abbas. Sus 23 tripulantes (18 indios, 3 rusos, 1 filipino y 1 letón) «están bien de salud», declaró Allah Morad Afifipoor, director general de la Autoridad Portuaria y Marítima de la provincia de Hormozgán.
«La investigación depende de la cooperación de los miembros de la tripulación del navío y también de nuestro acceso a las pruebas necesarias para examinar el caso», añadió en una entrevista con Press TV, el canal de información en inglés de la televisión estatal iraní.
El petrolero de bandera británica, propiedad de un armador sueco, fue capturado el viernes en el estrecho de Ormuz por los Guardianes de la Revolución iraníes. Según Afifipoor, el Stena Impero había «chocado con un pesquero» que «contactó con el petrolero, pero no tuvieron respuesta».
Las autoridades iraníes abrieron una investigación sobre las causas del accidente conforme a la ley.
El Ministerio de Defensa británico confirmó este domingo la autenticidad de una grabación de audio de intercambios por radio entre Guardianes de la Revolución y el petrolero, por un lado, y entre ese navío y una fragata británica, por el otro, poco antes de que la fuerzas iraníes abordaran el buque. El sábado, Reino Unido exhortó a Irán a rebajar las tensiones en el golfo liberando al Stena Impero. Londres juzgó inaceptable la captura, que suscita el temor a una nueva escalada.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Jeremy Hunt, anunció que el Ejecutivo informaría el lunes al Parlamento de las medidas suplementarias que piensa adoptar. «Vamos a examinar una serie de opciones», declaró este domingo el secretario de Estado para Defensa, Tobias Ellwood, sin hacer más precisiones.