Irán anunció el lunes que sus reservas de uranio enriquecido sobrepasarán, a partir del 27 de junio, el límite impuesto en el acuerdo internacional de 2015 sobre su energía nuclear. Con esto se aumenta la presión después de que Estados Unidos se salió del pacto.
Concluido en Viena entre Irán, Alemania, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia, el acuerdo busca limitar de forma drástica el programa nuclear de la República Islámica a cambio de levantar sanciones económicas internacionales contra este país.
Sin embargo, el presidente Donald Trump retiró a su país de este pacto en mayo de 2018, y Washington restableció sanciones contra Teherán.
Irán, por su parte, presiona desde hace meses a sus socios, todavía dentro del pacto, para evitar los efectos devastadores para su economía.
Hasta la fecha, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) certificó que la República Islámica actuaba conforme a los compromisos establecidos en el acuerdo.
Con este anuncio de superar el límite, la situación podría cambiar a partir de finales de junio, y la OIEA, organismo de la ONU, podría juzgar que Teherán ha cometido una infracción.
«Hoy (este lunes) empezó la cuenta atrás para sobrepasar los 300 kilogramos de reservas de uranio enriquecido y, en diez días, superaremos ese límite», declaró el portavoz de la Organización Iraní de Energía Atómica, Behruz Kamalvandi, en una conferencia de prensa difundida en directo por la televisión estatal.
Este anuncio tiene lugar en un contexto de fuerte tensión entre Irán y Estados Unidos. Este último reforzó su presencia militar en Oriente Medio para encarar la supuesta «amenaza iraní» y acusó a Teherán de ser responsable de los ataques del jueves pasado contra dos petroleros en el mar de Omán. Irán negó las acusaciones.
El mundo no debe «ceder al chantaje nuclear» de Irán, dijo este lunes la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Morgan Ortagus, a periodistas en Washington.
«Seguimos llamando al régimen iraní a cumplir sus compromisos con la comunidad internacional», añadió.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el lunes a Irán continuar con el cumplimiento de sus compromisos nucleares.
«El secretario general alienta a Irán a continuar cumpliendo con sus compromisos nucleares y pide a todos los participantes que respeten plenamente sus respectivos compromisos y a los demás Estados miembros, que apoyen la implementación del acuerdo de 2015», indicó el portavoz, Stéphane Dujarric.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió a Irán ser paciente y responsable, y evitar una escalada en momentos en que Francia trabaja para mantener vivo el acuerdo de Viena.
Tensión entre Irán y EE UU
Un año después de que Estados Unidos se retiró del acuerdo de Viena, Teherán anunció el 8 de mayo que no iba a respetar más los dos criterios impuestos en el pacto: el límite de 300 kg para sus reservas de uranio enriquecido (UF6) y de 130 toneladas para las reservas de agua pesada.
Ese día Irán dio un ultimátum de 60 días a los Estados que todavía forman parte del acuerdo, para evitar las sanciones estadounidenses. Sin obtener respuesta, amenazó con cruzar el umbral de otros dos compromisos.
El presidente iraní, Hasán Rohaní, afirmó que su país dejaría entonces de mantener las restricciones consentidas «sobre el grado de enriquecimiento del uranio» y que Irán retomaría su proyecto de construcción de un reactor de agua pesada en Arak (centro), congelado desde el acuerdo de 2015 y desde donde Kamalvandi hizo el lunes la rueda de prensa.
El acuerdo de Viena restringió también el derecho de Irán a enriquecer uranio a no más del 3,67%, muy por debajo de los niveles de grado armamentístico de alrededor del 90%.
Enemigo declarado de Irán, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reclamó este lunes «sanciones inmediatas» contra la República Islámica si esta supera los límites de reservas de uranio enriquecido autorizados por el acuerdo.
«Uno o dos días»
Behruz Kamalvandi indicó que todavía no se había tomado ninguna decisión sobre lo que los iraníes llaman «segunda fase» de su «plan de reducción» de los compromisos en el tema nuclear.
La decisión sobre la puesta en marcha de esta segunda fase depende del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional, presidido por Rohaní.
En lo que concierne al enriquecimiento de uranio, Kamalvandi declaró, sin embargo, que hay varias posibilidades: «Desde pasar a 3,68% hasta cualquier otro porcentaje en función de las necesidades del país».
Respecto al reactor de Arak, las autoridades todavía están debatiendo si sería necesario «rediseñarlo o hacerlo revivir», según dijo, advirtiendo que harían falta «no más de uno o dos días» para aplicar una decisión de aumentar el grado de enriquecimiento.
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