Irán atribuyó el sábado a Israel el bombardeo que mató en Damasco a cuatro oficiales de la Guardia Revolucionaria e indicó que «se reserva el derecho de responder» a ese ataque.
El portavoz de la cancillería iraní, Naser Kanani, precisó que las represalias llegarían «en el momento y el lugar adecuado» y acusó a Israel de estar implicado en una «tentativa desesperada de propagación de la inestabilidad y la inseguridad en la región».
La agencia iraní Mehr afirmó que en el ataque murió el jefe de inteligencia para Siria de los Guardianes de la Revolución, Ejército ideológico de la República Islámica, así como «su adjunto y otros dos miembros de esa fuerza».
El edificio bombardeado, situado en el barrio de Mazzeh de la capital siria, resultó destruido y fue acordonado, indicó un periodista de la Afp. Los socorristas buscaban supervivientes entre los escombros.
«Un ataque israelí con un misil alcanzó un edificio de cuatro plantas, y mató a seis personas», indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), precisando que en el edificio «estaban reunidos líderes proiraníes». La prensa oficial siria se hizo eco igualmente del ataque, del que acusó a Israel sin más detalles.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que el bombardeo dejó 10 muertos.