Los investigadores rusos dan prioridad a varios errores de pilotaje para explicar el aterrizaje de emergencia y el incendio de un Sukhoi Superjet-100 de la compañía rusa Aeroflot, el domingo en Moscú, que causó 41 muertos, indicaron este martes medios de Rusia.
«El primer error de los pilotos fue despegar pese a la tormenta. Luego, cuando la situación era complicada pero lejos de ser catastrófica, aterrizaron en lugar de quemar queroseno», explicó el diario Kommersant, citando una fuerte próxima a la investigación.
Indica el diario que los pilotos «aterrizaron a demasiada velocidad […] y por culpa de ello el contacto de las ruedas con el hormigón fue muy fuerte, haciendo que el avión rebotara».
El diario RBK precisó, citando a un miembro del comité de investigación ruso, que no apagaron los motores después del aterrizaje. Dijo la misma fuente que también abrieron una ventana de la cabina del piloto después del aterrizaje, lo que aceleró el incendio.
Unos minutos después de despegar del aeropuerto moscovita Sheremietevo en dirección a Murmansk, el Superjet-100 tuvo que dar media vuelta para un aterrizaje de emergencia durante el cual se incendió la parte trasera del aparato. El piloto Denis Evdokimov indicó que el avión fue alcanzado por un rayo y que ese hecho dejó fuera de servicio a parte de los equipos de abordo.
De los 78 pasajeros y miembros de la tripulación, 41 murieron. Los 2 pilotos sobrevivieron, así como la mayoría de los pasajeros instalados en la parte delantera. El aeropuerto Sheremetievo anunció que abrió una investigación luego de la difusión de un video en el que se escuchan a algunos empleados que se ríen mientras observaban el accidente en las pantallas de control.
El Superjet-100 fue el primer avión civil diseñado en Rusia después del colapso de la Unión Soviética. Fuente de orgullo en el momento de su lanzamiento en 2011, desde entonces ha sido criticado y tuvo muy poca aceptación fuera del mercado ruso.