Habitantes de las barriadas de las principales ciudades de Colombia participaron en las últimas horas en intentos de saqueos y protestas por falta de ayuda alimentaria y económica durante la cuarentena para combatir el coronavirus, que comenzó el pasado 25 de marzo y culminará el 27 de abril.
En Medellín, personas han bloqueado carreteras y trataron de saquear camiones con ayuda humanitaria antes de que fuera repartida, mientras que en Bogotá y Cali, con cacerola en mano, salieron a protestar porque dicen que les han prometido ayuda, que aún no han recibido, pese a que la cuarentena comenzó hace 23 días.
En el caso de la capital colombiana incluso intervino el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la policía, aduciendo que evitaba un intento de robo, lo que provocó malestar entre los manifestantes que acusaron a la autoridad de excesos.
En Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, explicó a Efe, Mábel Avendaño, coordinadora ambiental del barrio Tercer Milenio, que la razón de la protesta es la siguiente: «Nos encerraron mes y medio y nos dijeron que nos iban a traer alimentos».
¿Falsas promesas?
Según Avendaño, los pobladores del barrio tomaron el riesgo de salir a la calle y caminaron por la zona haciendo sonar sus cacerolas en rechazo a lo que dicen que son promesas incumplidas de la alcaldía, que se comprometió a donar mercados para las familias más necesitadas de Cali, que está ubicado en el suroeste del país suramericano.
«La gente tiene hambre, está saliendo de sus casa arriesgando sus vidas y no les han traído comida. Nos dijeron que nos habían mandado dos camiones y no nos han mandado nada, no nos ha llegado nada (…). Nosotros necesitamos la ayuda», asegura la mujer, una de las líderes de la protesta pacífica que realizaron habitantes del Tercer Milenio.
A las cerca de 100 personas que se manifestaron en la calle se sumaron otros vecinos que no salieron pero que sí hicieron sonar sus cacerolas desde las ventanas de sus casas o colgaron trapos rojos, el SOS en Colombia de las familias que necesitan alimentos.
La presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) del Tercer Milenio, María Jesús Ortiz, asegura a Efe que es necesario que un representante de la alcaldía llegue hasta su barrio, pues señala que les prometieron unos mercados que hasta el momento no han visto.
«Hasta hoy el señor alcalde (Jorge Iván Ospina) no ha dado nada a ninguna junta. Yo le pido a él, que soy una señora de la tercera edad y no tengo por qué estar acá, que se haga presente», dice la mujer y explica que algunos vecinos la acusan de haber recibido mercados y de esconderlos en su casa.
Intento de saqueo
La Alcaldía de Medellín, capital del departamento de Antioquia (noroeste), comenzó en los últimos días a entregar 170.000 ayudas alimentarias a familias de escasos recursos que se registraron por Internet o que fueron seleccionadas por funcionarios que recorrieron los barrios.
Sin embargo, los primeros problemas ocurrieron desde el fin de semana en tres zonas de la ciudad en las que, según las autoridades, multitudes asaltaron los vehículos que llevaban la comida y se llevaron toda la ayuda.
La secretaria de Inclusión Social, Familia y DD. HH., Mónica Gómez, dijo a periodistas que uno de los casos ocurrió en el barrio Niquitao, donde en los últimos días intentaron robar dos veces los mercados de los vehículos que llevaban para familias de la zona.
«Por fin el sábado pudimos hacer una entrega exitosa gracias al Ejército y a la policía (…) que aseguraron que no salieran de los inquilinatos para poder entregar de una manera ordenada las ayudas. Pero era el tercer intento para entregar ayudas en Niquitao», agregó.
La situación se replicó en el sector de Vallejuelos, explicó Gómez, donde «se impacientó la comunidad. Le tocó a la policía dar la orden de retirarse y, además de esto, saquean un vehículo con 30 mercados».
«Esto lo único que hace es perjudicar a la misma comunidad. No obstante, vamos a seguir entregando las ayudas. Nuevamente estamos en Vallejuelos para atender la comunidad», dijo la funcionaria.
Saqueos y choques
En la barriada de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, también hubo un cacerolazo por segundo día consecutivo en la noche del miércoles por parte de personas que le pedían a la alcaldía que cumpliera con la ayuda que les habían prometido.
Sin embargo, denunciaron que el Esmad dispersó la protesta pacífica con gas lacrimógeno. Esto despertó críticas de diferentes sectores políticos a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, por enviar policías supuestamente a romper la manifestación.
«Responder con gases lacrimógenos sobre las casas de la gente de Ciudad Bolivar a un cacerolazo de protesta es irresponsable, es de tiranos. Claudia, abandone la tiranía», dijo el senador izquierdista Gustavo Petro, ex alcalde de la ciudad y jefe del movimiento Colombia Humana.
Con respecto a lo ocurrido, la alcaldesa López manifestó que fue muy «desafortunado», pero que lo que sucedió fue «porque hay intento de atraco, no porque hay una protesta».
Según la Alcaldía de Bogotá, al menos 262.561 familias de la ciudad se han visto beneficiadas por las donaciones monetarias desde que comenzó la cuarentena.