La preocupación crece entre los venezolanos amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), que está programado para expirar en abril de este año, pero Johann Teran, su esposa y su madre se encuentran aferrados a cualquier esperanza.
La familia venezolana solicitó diferentes tipos de protecciones humanitarias en Estados Unidos que la nueva administración de Donald Trump ha recortado. «No tenemos esperanza y estamos tratando de encontrarla, y es por eso que voy más a la iglesia, para buscar o conseguir esta esperanza que necesito», dijo a The Associated Press .
El abogado venezolano de 27 años llegó a Minnesota hace ocho meses gracias a un programa de libertad condicional humanitaria que creó la administración de Joe Biden en 2022. Su esposa Karelia, de 29 años, aún no había recibido la aprobación cuando la nueva administración puso fin al programa, dejándola en Venezuela sin una vía legal para llegar a Estados Unidos. Mientras, a su madre, Marlenia Padrón, se le concedió el estatus de TPS que expira en los próximos meses.
«No sé qué va a pasar, qué va a pasar con mucha gente que está aquí sin hacerle daño a nadie. Estoy trabajando, presento mis impuestos. Quería comprar una casa. Esos eran los planes que teníamos, pero ahora no puedo tener esos planes», manifestó Johann.
Criada como católica, Marlenia Padrón espera, de quedarse en Estados Unidos, conseguir una casa más grande con un altar cubierto de flores para las dos estatuillas: una honra a la Virgen del Valle de su ciudad natal y la otra a un ícono especialmente venerado por los cubanos, la Virgen de la Caridad .
Ella asiste a Tapestry Church, una congregación luterana donde tanto los veteranos como los migrantes latinoamericanos celebran su culto en español e inglés. Por su parte, Johann Teran trabaja como asistente legal, y está como voluntario en la congregación, ayudando a otros inmigrantes con el papeleo.
«Todo el mundo está preocupado y un poco ansioso. La gente ya no quiere salir. La comunidad venezolana está en casa. Todos estamos esperando, como si fuéramos criminales», dijo.
En 2023, la iglesia había solicitado patrocinar la libertad condicional humanitaria para 38 venezolanos, pero esos casos nunca fueron procesados. Ahora, intenta tranquilizar a sus feligreses a pesar de los temores generalizados, según reseña The Associated Press.
El debate sobre el futuro del TPS ha generado un clima de desinformación y miedo entre la comunidad venezolana en todo Estados Unidos. Unos 348,202 venezolanos están en riesgo de perder su estatus temporal.
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