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Íngrid Betancourt declara ante el Supremo por supuesto retraso de su liberación

por Avatar EFE

La candidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt compareció este jueves ante la Corte Suprema en la indagación preliminar contra la exsenadora Piedad Córdoba por las revelaciones de que supuestamente habría demorado deliberadamente, y para rédito político, la liberación de rehenes de las extintas FARC.

A Betancourt la citaron el martes después de que el domingo una investigación de Noticias Caracol publicase que en una declaración ante la Fiscalía, Andrés Vásquez, exasesor de Córdoba, aseguró que la exsenadora quería darle el mérito de la liberación de secuestrados, entre ellos Betancourt, al entonces presidente venezolano Hugo Chávez para que a su vez este le «catapultara» a ella a la presidencia colombiana.

«Hicimos un batido de todo lo que fue la liberación del cautiverio y de muchas cosas», comentó la dirigente política a los medios.

Repitió que no podía comentar mucho para no interferir en el proceso judicial.

Betancourt pide claridad sobre los eventos

«Yo creo que la verdad se sabrá, eso es lo que esperamos las víctimas, que se haga total claridad sobre todos estos eventos y creo que a medida que vayan pasando los días vamos a ir conociendo más cosas», estimó Betancourt.

A Betancourt la secuestró las FARC el 23 de febrero de 2002 cuando era candidata por el mismo partido.

La rescataron más de seis años después las autoridades colombianas.

Betancourt aseguró que, pese a que no se ha probado que lo dicho por el exasesor de Córdoba sea cierto, para ella sí hay culpabilidad de la política.

Esta además es actualmente candidata al Senado de nuevo por el Pacto Histórico, de izquierda.

Córdoba desmiente sobre situación de secuestrados

Córdoba, por su parte, publicó un comunicado en el que desmiente que ella hubiera demorado la liberación de ningún secuestrado. Niega su pertenencia a las FARC.

Allí calificó de «caza de brujas» y «linchamiento política» las acusaciones en su contra.

«Nunca hice parte de la organización armada y no tenía posibilidad de incidencia alguna en sus decisiones políticomilitares», dijo Córdoba.

Expresó: «Mi contacto con las FARC-EP, avalado por dos Estados, se da en el marco de la búsqueda de un intercambio de prisioneros acorde al DIH».