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Informe del FBI reveló nuevos datos de la explosión de Beirut

por Avatar EFE

El primer ministro libanés en funciones, Hasan Diab, imputado recientemente por la gran explosión en Beirut del pasado 4 de agosto, aseguró este martes que según un informe del FBI estadounidense ese día «solo» explotaron 500 toneladas de nitrato de amonio y no casi 3.000 como se creía hasta ahora.

«El informe del FBI reveló que la cantidad que explotó fueron solo 500 toneladas, de modo que ¿a dónde fueron a parar las otras 2.200 toneladas?», se preguntó el dirigente en funciones durante un encuentro cerrado con la prensa, según una transcripción remitida por su oficina de prensa.

Casi tres semanas después de haber sido imputado, acusado junto con tres exministros de negligencia, por el juez que investiga la tragedia que causó más de 200 muertos y de 6.500 heridos, Diab dio una enrevesada versión de la información que recibió antes de la explosión sobre el peligroso material almacenado en el puerto de Beirut.

A esta versión añadió la cifra de las 500 toneladas de un informe no hecho público hasta ahora del FBI de Estados Unidos, que se unió a la investigación por invitación del Líbano.

Nitrato de amonio

Desde que tuvo lugar la tragedia, se había asegurado que la explosión fue causada por casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio.

Diab sostuvo que el pasado 3 de junio, dos meses antes de la deflagración, recibió información por parte de las fuerzas de seguridad indicando que había «2.000 kilos de TNT en el puerto», una advertencia que cambió sustancialmente en las siguientes dos horas.

Los 2.000 kilos pasaron a ser «2.500 toneladas» y el «TNT» pasó a ser «nitrato», un fertilizante del que «no sabíamos nada», afirmó el mandatario al justificar por qué no acudió al recinto portuario en cuanto recibió la noticia de la presencia del material que acabaría causando la tragedia.

Finalmente, según su relato, la versión volvió a cambiar para determinar que el producto llevaba siete años en el puerto, por lo que el primer ministro decidió que las autoridades competentes finalizasen primero la investigación y luego le enviasen un informe, algo que ocurrió el 22 de julio.

«Si hubiera tenido la sensación de que había un peligro alrededor del asunto del puerto, habría hablado inmediatamente con el presidente de la República (Michel Aoun) y no habría cubierto este crimen que ocurrió en 2013», concluyó el primer ministro, que dimitió poco después de la tragedia y que se negó a colaborar con la justicia tras ser acusado.

Aoun reconoció entonces que sabía de la existencia de una «gran cantidad» de nitrato de amonio almacenada en el puerto desde dos semanas antes de que se produjera el incendio en un almacén de este recinto.

La explosión dejó también unas 300.000 personas sin hogar y varios barrios arrasados.