El Movimiento Indígena Colombiano aseguró este sábado que el ingreso a la fuerza de decenas de miembros de esa comunidad a las instalaciones en Bogotá de la revista Semana, crítica del Gobierno, «no representa a la minga» y rechazó la «estigmatización» de la que dice que han sido víctimas.
«Nos permitimos aclarar a la opinión pública nacional e internacional que los hechos ocurridos (…) en un medio de comunicación no representan a la minga indígena, ni nuestro pensamiento y palabra», señaló el Movimiento Indígena Colombiano en un comunicado sobre los hechos del viernes, que han sido ampliamente rechazados en el país.
La gerente de la revista, Sandra Suárez, afirmó que lo ocurrido ayer fue un «atentado contra la libertad de prensa», pues los manifestantes trataron de «tomarse las instalaciones de Semana», rompieron «la puerta de acceso e hirieron a un vigilante que estaba con un canino».
Por su parte, la directora del medio, Vicky Dávila, denunció el ataque en sus redes sociales y publicó un video en el que se ve a los indígenas gritar «abajo la mala información de Semana».
Tras la llegada de la Policía, que envió a la sede de la revista a la unidad antidisturbios, los indígenas se retiraron del lugar.
Posición del Movimiento Indígena
Alrededor de 14.000 indígenas de todos los puntos del país llegaron esta semana a Bogotá donde el miércoles participaron, junto a sindicalistas, trabajadores y campesinos en las manifestaciones convocadas por el presidente colombiano, Gustavo Petro, para «apoyar las reformas planteadas por el Gobierno Nacional» y para pedir más acción ante la escalada de violencia contra sus pueblos.
La llamada minga indígena abarrotó ese día la Plaza de Bolívar, como se esperaba, y la mayoría de los participantes regresaron a sus regiones tras la manifestación, pero otros, como los que intentaron entrar a Semana, se quedaron en la capital colombiana.
Ante lo ocurrido, el Movimiento Indígena Colombiano aseguró que ha buscado «construir puentes de diálogo que conduzcan a avanzar en las transformaciones que requiere el país» y que «la minga no es un acto de valentía y calentura coyuntural, ni una manifestación de activismo irracional, sino el fruto del pensamiento y la orientación de nuestros mayores».
Por esa razón, rechazan «la estigmatización que de manera irresponsable se está haciendo en diferentes medios de comunicación de una de nuestras formas de trabajo político, como lo es la minga indígena».
«Sin jamás renunciar a nuestro derecho a la protesta, sin abandonar nuestro norte transformador, sin dejar a un lado nuestro rol como actores políticos que han contribuido a formar un mejor país, debemos hacer un llamado a los hermanos de la Asociación de Autoridades del Suroccidente Colombiano (AISO) a no abandonar las posibilidades de diálogo para alcanzar nuestra agenda política», agregó la información.