La mayor organización de indígenas de Ecuador, que en junio pasado protagonizó 18 días de duras protestas contra el Gobierno que dejaron seis muertos, anunció el sábado que rompió un diálogo con el Ejecutivo, que calificó de «actitud antidemocrática» esta decisión.
«Rompemos el diálogo», expresó Leonidas Iza, presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie). Informó por redes sociales sobre la decisión tomada por el consejo ampliado de la agrupación. El grupo se reunió el viernes en Quito y que además pidió la renuncia del presidente del país, el derechista Guillermo Lasso.
El Gobierno rechazó la «actitud antidemocrática de ciertos sectores políticos» y sostuvo que se mantiene abierto a conversar.
El Ejecutivo «rechaza las declaraciones de ciertos dirigentes que -en lugar de propender a un debate de ideas, como es un diálogo deliberativo, propio de la democracia- han optado por, abruptamente, retirarse de las mesas de diálogo», manifestó el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, en un comunicado.
El Gobierno y la Conaie cerraron en octubre negociaciones que entablaron como parte de un «acto de paz» que puso fin a las manifestaciones de junio. Sin embargo, el encuentro terminó sin lograr un acuerdo sobre el precio de los combustibles, el tema más álgido de las conversaciones.
Estas protestas dejaron seis fallecidos y al menos 600 heridos, entre uniformados y civiles.
«Presente su renuncia»
Los pueblos originarios reclamaban principalmente una rebaja de 21% de los precios de los combustibles más utilizados. El Ejecutivo accedió entonces a disminuirlos en un 8%, quedando en 1,75 dólares el galón americano de diésel y en 2,40 el de gasolina corriente.
Pero la Conaie mantiene el reclamo de más subsidios a los combustibles para algunos sectores como el de los indígenas.
Durante las negociaciones, en las que la iglesia Católica actuó como garante, se alcanzaron 218 acuerdos en temas como salud, educación, derechos laborales y fomento de la producción, de acuerdo con el Gobierno.
Iza sostuvo que la administración de Lasso «no ha cumplido con sus compromisos», como la moratoria de deudas de campesinos con la banca.
Cucalón negó las palabras del líder indígena y aseguró que el Gobierno ha entregado 120 millones de dólares en créditos para el sector rural, ha refinanciado préstamos de hasta 3.000 dólares. «Estamos instrumentalizando la focalización de subsidios, con una hoja de ruta establecida y plazos definidos», añadió.
La Conaie pidió también el viernes la renuncia de Lasso, en el poder desde 2021. Su cuñado Danilo Carrera -muy cercano a él- se ha visto salpicado por denuncias de corrupción en el sector energético. Además, convocó a una nueva movilización para el 8 de marzo.
«Exigimos al presidente, (…) por su incapacidad de gobernar y resolver los problemas más sentidos, presente su renuncia al país», apuntó Iza.
Cucalón dijo a su vez que «todo acto de manifestación que se lleve de forma pacífica será garantizada por el Gobierno».
«No rompemos diálogo alguno (…) los canales se mantendrán abiertos permanentemente. Hacemos un llamado para que la racionalidad, la convivencia pacífica y la unidad de propósitos a favor del país sean los que primen», afirmó el ministro de Gobierno.
La Conaie participó en revueltas que provocaron la caída de tres presidentes entre 1997 y 2005.
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