Los indígenas awá denunciaron la crisis humanitaria que sufren en Colombia tras el asesinato de otro miembro de la comunidad en un resguardo de Tumaco, en el departamento de Nariño. Así lo informó este martes una organización defensora de los derechos humanos.
Según la información proporcionada por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, a Alejandro Taicus Pascal, de 27 años de edad e hijo de uno de los fundadores de este resguardo, lo asesinaron el sábado en el resguardo indígena Gran Rosario.
A principios de febrero dos indígenas awá, uno de ellos menor, resultaron heridos por una mina antipersona también en una zona rural de Tumaco. Mientras que desde el 21 de enero comunidades del resguardo Piedra Sellada están confinados por enfrentamientos entre grupos armados ilegales.
Pueblo awá víctima de desplazamientos, amenazas y minas antipersona
El pueblo awá también se ve sometido a desplazamientos forzados, intimidaciones, amenazas, confinamientos, instalación de minas antipersona y control de los caminos, denuncian las organizaciones sociales.
En este contexto, las comunidades awá que «viven la tragedia de la persistencia de un conflicto asociado a disputas por rentas del narcotráfico y grupos herederos del paramilitarismo y llamadas disidencias» reclaman un acuerdo humanitario y una «respuesta gubernamental inmediata».
Los awá son un pueblo indígena que está declarado en proceso de exterminio desde hace más de 10 años. Viven en varios resguardos en el suroeste de Colombia y al otro lado de la frontera con Ecuador. Sufren la amenaza de los grupos armados que se disputan la zona.
El año pasado se produjeron al menos 14 homicidios, entre los que figura el del gobernador encargado de un resguardo Inda Sabaleta, Juan Orlando Moreano.
Desde la firma de la paz con las FARC en 2016, cerca de un centenar de indígenas awá han sido asesinados. La Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa) da cuenta también de al menos 4 masacres, 10 problemas con minas antipersonales y hasta 26 enfrentamientos armados.