Los incendios forestales de este verano en Grecia redujeron a cenizas más de 150.000 hectáreas, reconoció este jueves el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, que imputó los siniestros a «la crisis climática».
El principal de esos incendios lleva trece días devastando el parque nacional de Dadiá, en la zona de Evros, fronteriza con Turquía. Más de 81.000 hectáreas han ardido ya, según el programa Copernicus, en lo que la Comisión Europea ha calificado como «el mayor incendio jamás registrado en la UE».
Unos 600 bomberos, con el apoyo de diez aviones y siete helicópteros, luchan este jueves contra ese fuego, declarado el 19 de agosto en este denso bosque de pinos y robles que alberga numerosas aves rapaces.
Otro incendio reciente en las laderas del monte Parnitha, al norte de Atenas, quemó por su lado más de 6.000 hectáreas, según el programa Copernicus.
Y en julio, cuando Grecia se vio azotada por una ola de calor con un pico de 46 grados en el sur, se produjeron graves incendios en las islas de Rodas y Corfú, muy frecuentadas por el turismo internacional en verano.
Según los datos de Copernicus, más de 50.000 hectáreas ardieron en ambas islas del Egeo y el Jónico respectivamente, en unos incendios que obligaron a evacuar a miles de veraneantes y de vecinos.
«¿Por qué han ardido tantas zonas este verano en Grecia?», se preguntó este jueves el jefe del gobierno en un debate en el Parlamento sobre los siniestros.
Según explicó, las primeras estimaciones arrojan «daños importantes» y una superficie afectada de más de 150.000 hectáreas.
«Condiciones extremas»
Los incendios forestales dejaron además al menos 25 muertos desde el inicio del verano.
Entre ellos figuran 20 presuntos migrantes, cuyos cadáveres calcinados fueron encontrados cerca de Alejandrópolis, la capital de la región de Evros, el nombre del río que marca la frontera grecoturca y es un punto de paso habitual de migrantes.
Los expertos hablan de un «desastre ecológico» y económico en esta zona, por cierto una de las más pobres de Grecia.
Ante las críticas de la oposición de izquierda, que denuncia la descoordinación de la autoridades competentes en la lucha contra los incendios, el conservador Mitsotakis recordó que Grecia se ha visto afectada por «condiciones extremas», debido a la «crisis climática» y los «megaincendios».
«Ha habido vientos extremadamente inusuales en Evros», y «pequeños focos que han tomado proporciones de pesadilla», explicó el ministro griego, quien entatizó que «hubo semanas con más de 500 incendios» este verano.
El partido izquierdista Syriza, el principal de la oposición, consideró que Mitsotakis, en el poder desde 2019, es «responsable de esta inédita catástrofe natural».
«Después de cuatro años de gobierno, no hay tiempo ni espacio para las excusas», enfatizó Socratis Famellos, el presidente del grupo parlamentario de Syriza.
Mitsotakis ha prometido indemnizaciones para los agricultores y las personas cuyas viviendas sufrieron daños en las zonas afectadas.
El martes, el gobierno anunció también medidas para reforestar las zonas quemadas, y obras para prevenir las inundaciones, un peligro que se ve acrecentado por la destrucción de los bosques.