Un hombre de 37 años fue imputado este domingo por intento de homicidio tras ser acusado de herir a puñaladas a cinco judíos reunidos para celebrar Janucá el sábado en la residencia de un rabino cerca de Nueva York.
Grafton Thomas compareció ante un tribunal de Nueva York a última hora de la mañana. La víspera entró presuntamente a la vivienda del rabino en Monsey, en el condado de Rockland, durante la celebración judía y agredió a varias personas con un machete antes de darse a la fuga.
La policía lo detuvo dos horas después del ataque a unos 50 kilómetros del lugar de los hechos.
El sospechoso ingresó en prisión tras comparecer ante el tribunal, donde negó las acusaciones en su contra.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, denunció el ataque como un «acto de terrorismo».
«Esto es un acto de terrorismo. Pienso que son terroristas domésticos. Están intentando infligir temor. Están motivados por el odio», dijo Cuomo a periodistas al llegar al lugar del incidente la mañana del domingo.
Las autoridades no dieron más información sobre las víctimas, que fueron trasladadas a hospitales cercanos, pero un medio local informó que una de ellas estaba gravemente herida.
«Todo el mundo gritaba»
«Todo el mundo gritaba, entraba en pánico y chillaba ‘salgan, salgan, salgan’. Era caótico», contó a la prensa Joseph Gluck, de 30 años de edad.
«Recé por mi vida», declaró al diario New York Times otro testigo, Aron Kohn, de 65 años de edad, que afirmó que el machete utilizado por el agresor era del «tamaño de un palo de escoba».
Kohn tiró sillas y mesas al asaltante para detenerlo. «Vi cómo apuñalaba a la gente», añadió. «Hirió a un tipo, le sangraba la mano».
Una de las víctimas es un hijo del rabino, dijo al diario The New York Times Yossi Gestetner, dirigente de la asociación judía ortodoxa Orthodox Jewish Public Affairs Council.
Brote de ataques antisemitas en EE UU
El ataque ocurre en medio de un brote de ataques contra judíos en Estados Unidos. Rockland, donde está Monsey, tiene la mayor proporción de población judía que cualquier otro condado estadounidense, con 31,4% o 90.000 residentes judíos.
Según un informe publicado en abril por la Liga Antidifamación, en 2018 se produjeron casi tantos ataques antisemitas como en 2017, cuando se batió un récord al registrar 1.879 incidentes.
El 10 de diciembre un ataque a tiros contra una tienda de productos kosher en un suburbio de Nueva York tuvo entre sus motivos el antisemitismo, según la policía. Seis personas, incluidos los dos sospechosos, murieron en ese ataque en Jersey City.
El año pasado un supremacista blanco entró a una sinagoga en Pittsburgh y asesinó a 11 personas, el ataque más mortal contra la comunidad judía en Estados Unidos.
«El ataque antisemita en Monsey, en Nueva York, durante la séptima noche de Janucá, es horrible. Todos debemos reunirnos para combatir, desafiar y erradicar la plaga nefasta del antisemitismo», tuiteó el presidente estadounidense, Donald Trump.
El viernes, de Blasio anunció que el departamento de policía de Nueva York desplegaría patrullas en tres barrios y aumentaría su presencia cerca de los lugares de culto.
«No toleraremos que esto se convierta en la nueva normalidad», escribió en Twitter. «Utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para que estos ataques terminen de una vez por todas».
En Israel, el presidente, Reuven Rivlin expresó su «conmoción e indignación» por el ataque.
«El aumento del antisemitismo no es tan solo un problema judío, y desde luego tampoco es solo un problema del Estado de Israel», señaló en un comunicado.
«Debemos trabajar juntos para enfrentar este demonio, que está asomando de nuevo y es una verdadera amenaza en todo el mundo», sostuvo.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, por su parte «condenó fuertemente las recientes manifestaciones de antisemitismo».
Jonathan Greenblatt, director nacional de la ADL, reclamó más protección para la comunidad judía.