Polonia y Hungría protestaron el jueves durante una cumbre europea en Bruselas contra una reforma del asilo acordada a principios de junio por mayoría cualificada y reclamaron que una decisión así debe tomarse por unanimidad, según fuentes diplomáticas.
Los dos países reclamaron modificar la declaración final de la cumbre para tener en cuenta esta demanda, pero el resto de Estados miembros se opusieron a ello.
Las discusiones se alargaron hasta la madrugada sin conseguir ningún entente y los dirigentes acordaron retomar las negociaciones el viernes.
«Es un tema que retomaremos mañana», dijo el primer ministro belga, Alexander De Croo.
En una reunión de ministros de Interior en Luxemburgo el 8 de junio, el bloque acordó un sistema de solidaridad obligatoria entre países de la UE para hacerse cargo de los solicitantes de asilo, un asunto bloqueado desde hace años.
El acuerdo todavía preliminar, que debe ser negociado con el Europarlamento, los Estados miembros deben acoger un cierto número de solicitantes de asilo llegados a los países con mayor presión migratoria o aportar una contribución financiera de 20.000 euros (21.700 dólares) por cada refugiado no reubicado.
Polonia y Hungría votaron en contra de la propuesta y otros cuatro países se abstuvieron.
La presidencia sueca del Consejo de la UE optó por resolver la cuestión con un voto por mayoría cualificada, que requiere el apoyo de al menos 15 de los 27 países, y el texto fue adoptado.
Basándose en conclusiones precedentes de cumbre europeas, Polonia reclama que las decisiones sobre una cuestión tan sensible se tomen «por consenso», según un texto visto por la AFP.
Los populistas nacionalistas en el poder en Varsovia quieren organizar un referéndum nacional sobre la cuestión de la acogida de refugiados.
Polonia acoge actualmente más de un millón de refugiados ucranianos tras la invasión rusa de febrero de 2022, pero sus gobernantes rechazan desde hace tiempo recibir a migrantes llegados a Grecia o Italia.
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