El movimiento feminista en Italia ha convocado este viernes, con motivo del Día Internacional de la Mujer, una huelga general a la que se han sumado varios sindicatos para protestar contra la discriminación social y laboral de las mujeres, así como marchas en Roma, Milán y otras numerosas ciudades del país.
La huelga responde al llamamiento realizado por el movimiento «Non Una di Meno» (Ni una menos) para «sensibilizar a las instituciones, la política y la sociedad sobre la condición de las mujeres, que siguen sufriendo una brecha con el resto de la población, tanto en el ámbito laboral, con salarios más bajos, falta de servicios para conciliar trabajo y cuidados familiares, como en el sector privado».
El paro afectará también a los transportes, la escuela, la salud y diversos sectores productivos convocado por numerosas siglas sindicales adherentes a las movilizaciones, como la Confederación Unitaria de Base (Cub), para quien «la lucha contra la violencia de género es la lucha por la autonomía, el salario mínimo y los ingresos de autodeterminación» o ingresos mínimos garantizados como medida de protección e independencia.
También «por un bienestar inclusivo, abierto y garantizado, sobre el derecho a la vivienda, para reivindicar el derecho a la salud, al aborto, contra el abandono de todos los servicios sociales, sanitarios y educativos, porque estos recortes recaen doblemente sobre las mujeres, haciéndolas más vulnerables a la explotación y la violencia».
Las marchas recorrerán durante «un día de lucha» las principales calles de Roma, Milán, Turín, Florencia, Génova, Venecia, Módena, Bari y Palermo, entre otras, según Ni una menos, que las ha convocado por octavo año consecutivo para protestar contra todas las formas de violencia de género.
En su manifiesto, el movimiento feminista también pide «el cese al fuego inmediato y permanente de Israel en la Franja de Gaza» para «detener el genocidio» palestino.
Este último punto ha suscitado polémica, pues la presidenta de la Unión de Comunidades Judías, Noemi Di Segni, ha denunciado que se trata de una protesta «que excluye a las israelíes, a las mujeres judías, una protesta alineada que olvida a las mujeres violadas, asesinadas, desfiguradas el 7 de octubre», en el ataque masivo de Hamás a Israel.